El intercambio de parejas es una práctica que ha tenido bastante auge en los últimos años, hasta el punto de convertirse en el estilo de vida de algunos. Posiblemente, esto pueda ser considerado como una “práctica moderna”; sin embargo, intercambiar parejas tiene una data mayor de lo que se piensa.
De tal forma lo ha confesado una secretaria jubilada, de Birchington-on-Sea en Kent, quien relata cómo el intercambio de esposo con su vecina arruinó su matrimonio y a su familia.
Kay Moriarty, de 78 años, tuvo la idea de intercambiar esposos con su amiga y vecina a inicios de la década de los 70. Kay había leído sobre esto en un libro de «autoayuda» y después de prestárselo a su vecina Rita, ambas mujeres se sintieron atraídas por la idea. No obstante, quedaba algo mucho mayor por hacer para alcanzar el plan: ahora, las mujeres debían convencer a sus respectivos maridos.
Kay se había casado a los 19 años con su novio Robert que tenía 23 años. La mujer admite haber iniciado su vida sexual con él y aunque siempre le había sido leal, se preguntaba cómo sería tener una noche de pasión con alguien más. Después del matrimonio, Kay descubrió que ella y Robert no funcionaban muy bien en la intimidad y eso alimentó aún más su idea de un intercambio.
«Siempre había sido leal a Robert, y él era la única persona con la que me había acostado. Sin embargo, en secreto me preguntaba cómo sería estar con otro hombre», confesó la Sra. Moriarty.
Al momento de conversar la idea con su marido, Kay recuerda que Robert no se mostró muy convencido con el asunto, a diferencia de Terry, el esposo de la vecina. Sin embargo, las mujeres lograron persuadir a sus maridos hasta que decidieron realizar el intercambio de parejas.
Kay y Robert tenían un par de hijos que eran contemporáneos con los hijos de Rita y Terry; así que estos vecinos acostumbraban a ser muy unidos, debido a la amistad que compartían los niños. Ante los ojos de estos padres nada podría salir mal.
Para llevar a cabo el intercambio, los esposos decidieron viajar a Puerto Rico por dos semanas. El plan sería que Robert y Rita viajarían la primera semana mientras que Kay y Terry se quedaban en casa al cuidado de los niños. Después de más de 40 años, Kay Moriarty confiesa que durante el viaje de su esposo y su vecina, ella y Terry no pudieron controlar la pasión y tuvieron relaciones sexuales antes de irse de viaje.
Algo que ninguno de los dos podría haber imaginado es que al regresar sus parejas de viaje todo cambiaría totalmente. De vuelta al pueblo, Rita y Robert decidieron romper con sus matrimonios e irse a vivir juntos con sus cuatro hijos. En ese momento la noche de pasión de Kay se había convertido en toda una pesadilla, su esposo la estaba abandonando por su vecina y decidió quitarle a sus hijos.
«Rita y Robert dijeron que necesitábamos hablar. Anunciaron que iban a instalarse en casa juntos y que los cuatro niños vivirían con ellos», recuerda la Sra. Moriarty.
Golpeada por la vergüenza, Kay no quería regresar a casa de sus padres después de lo sucedido, así que decidió irse a vivir con Terry y su hija Rachel. Pero, su nueva pareja resultó ser un hombre muy celoso y la relación solo duró 7 años. Al poco tiempo de estar juntos, Kay descubrió que Terry estaba endeudado y durante años intentaron salir salvos de los problemas económicos del hombre, hasta el momento en que decidieron separarse.
«Traté de sacar lo mejor de una mala situación. Pero las cosas se pusieron aún más difíciles cuando descubrí que Terry estaba endeudado”, comentó la mujer
Por su parte, Robert y Rita se mudaron al noreste de Inglaterra un año después de lo sucedido. La pareja no pudo soportar los constantes señalamientos que recibían a nivel local por lo que había sucedido, así que empezaron de nuevo en otro vecindario.
Lamentablemente, con ellos también se marcharon los hijos de Kay y hoy, esta mujer se lamenta por todo lo sucedido y la forma en que decidió darle rienda suelta a sus deseos, dejando de lado lo que había construido como familia.
«Ahora, a los 78 años, todavía pienso en el intercambio de esposos y todo el dolor que causó. Aunque no amaba a Robert, habíamos creado un hogar estable para que nuestros hijos crecieran. Pero el intercambio separó a Rachel y su hermano, y arruinó la relación de Rachel con su padre. No puedo creer que arriesgué la seguridad de nuestro matrimonio por una sola noche de pasión», lamenta Kay.
Los nombres de los protagonistas han sido cambiados a excepción de Kay Moriarty, quien ha decidido contar su historia en el libro The Husbands Next Door. Según comenta, el intercambio de pareja es una decisión conjunta y toda relación es libre de elegir pero por su experiencia esto es algo que inevitablemente podría llevar a la destrucción familiar. Por esa razón, ha querido materializar su testimonio sin comprometer los nombres de terceros.
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