Kayleigh Peach trabajó durante años como modelo de lencería y también como barista pero sentía que todavía no había encontrado realmente el trabajo de sus sueños y no estaba completamente feliz.
Kayleigh Peach tiene actualmente 26 años de edad.
Finalmente reunió el valor para dejarlo todo atrás y comenzar una nueva vida: quería convertirse en una tatuadora profesional. Este trabajo requiere muchos años de práctica y aprendizaje así que Peach sabía que debía comprometerse al cien por ciento para poder lograr su meta.
Fue entonces cuando decidió hacer algo que no la dejaría dar un paso atrás. Se hizo un tatuaje muy peculiar en la cara para recordar cada día su nuevo sueño.
“Mi primer día como aprendiz de tatuadora me tatué la palabra ‘Mal**a’ en mi rostro. De esa manera me recordaría que debo perseverar en esta industria”.
Todos sus amigos y familiares quedaron atónitos. Peach, sin embargo, siempre se mostró muy orgullosa de su decisión y desde el primer día jamás ha vuelto a mirar atrás. Cree que con un tatuaje tan extraño y peculiar como el que tiene en su frente nadie estará dispuesta a contratarla para un trabajo común y corriente.
“Había tenido otros tipos de trabajos pero me juré no volver a ellos. Supongo que con un tatuaje así ya no podré”.
Además, aunque la palabra que escogió pueda asustar a algunos, para Peach se trata de algo muy especial que le recuerda una etapa muy importante de su infancia.
“Pensé que la palabra “Mal**ta” era apropiada porque cuando era joven pensaba que literalmente tenía una maldición sobre mí”.
Para su familia no ha sido nada fácil aceptar la nueva imagen de Peach. Durante la boda de su padre no le permitieron ser dama de honor ya que su apariencia podía resultar demasiado impactante para el resto de los invitados. Afortunadamente, un par de años después comprendieron que debían aceptarla tal y como es y Peach ha realizado algunos tatuajes a su padre.
“Yo lo he tatuado y él tatuó la palabra ‘Papá’ en mí”.
Su vida ahora no ha parado de cambiar. A pesar de que toda la vida fue una persona muy tímida ahora tiene más del 60% de su cuerpo cubierto en tatuajes y siente que esto ha ayudado a dar un giro total a su autoestima.
“Ha sido una maravillosa experiencia. Sólo quiero seguir mejorando”.
Celebramos que Peach haya encontrado su verdadera pasión y se comprometa al máximo en su nuevo camino profesional.
Muchos podrían creer que el tatuaje en la cara para recordarse su nueva meta es una decisión muy extrema. No te vayas sin compartir y contarnos tu opinión.