El cáncer cambia la vida de quien la padece y de todas las personas que están a su alrededor. Sin embargo, hay héroes que deciden llevar la batalla con gran gallardía y no dejarse vencer ante los dolores que la enfermedad pueda causarles.
De este modo lo ha demostrado un niño de 12 años que fue desahuciado, pero que no por ello dejó de hacer realidad su sueño: acompañar a su madre por el pasillo el día de su boda.
Keith Burkett de Ohio, Estados Unidos, fue diagnosticado con cáncer hace más de 6 años pero durante los últimos meses el sarcoma de tejidos blandos se extendió agresivamente por todo su cuerpo.
En este punto, los médicos no pronosticaron muchos meses de vida para Keith. Esta sería la cuarta vez en que su cáncer hacía metástasis pero en esta oportunidad había sido de forma más rápida y agresiva.
Conociendo su pronóstico, el niño pidió a su madre un último deseo: que se casara con su padrastro Adam, pues el pequeño quería acompañarla en su boda. Ante tal petición, la madre Taylore Woodard no pudo resistirse y comenzaron con los preparativos de la pequeña ceremonia.
En la casa de la familia, en Ohio, fue realizada la celebración y con gran esfuerzo y valentía el pequeño Keith pudo acompañar a su madre por el pasillo, hasta entregarla al futuro esposo.
«Me dijo: ‘Mamá, antes de morir me gustaría llevarte al altar’. Y me dije: ‘¿Sabes qué? Lo vamos a hacer'», declaró Woodard.
Con anterioridad, Adam y Taylore habían pensado en casarse pero debido al estado de salud del pequeño, nunca habían hecho el empeño de concretar la idea. La petición de Keith motivó a la pareja a hacer realidad el matrimonio, no podían negarse a cumplir su último deseo.
Tras su desalentador diagnóstico, el niño ya había celebrado Navidad por adelantado, gracias al esfuerzo de familiares y amigos que quisieron darle ese detalle antes de despedirlo. Sin embargo, el valiente Keith tenía un deseo mayor: conducir a su madre al altar.
Después del matrimonio, la Sra. Woodard dio a conocer el fallecimiento del pequeño Keith, a través de la cuenta de Facebook “Kourageous Keith”, en la que constantemente compartía publicaciones sobre el estado de salud de su pequeño. El niño pasó las últimas 12 semanas de su vida en el hospicio de Stow, Ohio. La familia intenta recuperarse de tan lamentable pérdida.
La luz de Keith se apagó pero su ejemplo de valentía sigue acompañando a su madre y familiares, para quienes el niño de convirtió en un verdadero guerrero. Lastimosamente, numerosas vidas continúan apagándose a diario, pues las cifras de muerte por cáncer infantil parecen ir en aumento. A pesar de las investigaciones, aún no se ha podido encontrar una cura certera para los diversos tipos de cáncer.
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