Las obras de teatro representan horas de esfuerzo y mucha práctica por parte de los actores y directores de la misma para crear un verdadero espectáculo. Por ello, en muchas salas de teatro se pide a los asistentes no interrumpir, o hacer ruido, durante el desarrollo de la obra.
Toda persona debería ser bienvenida en los teatros para que puedan desarrollar su parte artística desde pequeños, pero no siempre son comprendidos por los adultos al actuar como lo que son, niños, y se vuelven objeto de críticas.
Tal como sucedió cuando una amorosa madre decidió llevar a su pequeño hijo, quien sufre de autismo, a presenciar una obra de Broadway, y el niño profirió un grito en medio del silencio del espectáculoEl rey y yo.
A raíz de lo sucedido, uno de sus protagonistas, Kelvin Moon Loh, publicó una carta que se ha vuelto viral en las últimas semanas.
La carta de Kelvin plantea una reflexión en la que cuestiona cuándo fue que perdimos nuestra humanidad. Con una prosa sincera, cruda y muy crítica de las artes escénicas, el actor recuerda la función del teatro, no es simple entretenimiento sino que va mucho más allá.