Kendra y Maliyah Herrin son gemelas siamesas que nacieron unidas por el abdomen. Compartían pelvis, hígado, riñón y el intestino grueso así que los médicos advirtieron a sus padres que no contaban con muchas esperanzas de vida. Lo mejor para su salud sería separarlas, pero esto también implicaba un gran riesgo y una larga vida de múltiples cirugías.
“Es muy extraño sentir que estás unido físicamente a alguien más”.
La noticia fue tan abrumadora que sus padres, Jake y Erin, decidieron no realizar la operación de inmediato. Dejaron que las gemelas crecieran juntas durante los primeros años y acudieron a todo tipo de especialistas para asegurarse de que las gemelas contaran con la mejor ayuda posible al enfrentar una cirugía tan delicada.
“Dijeron que no podríamos vivir más de 8 años si seguíamos compartiendo el mismo riñón”.
Finalmente, cuando tuvieron 4 años se sometieron a una operación de 26 horas. Como ambas también compartían un solo par de piernas, Kendra quedó con la pierna derecha y Maliyah con la izquierda.
Por la ubicación de los órganos los médicos decidieron que lo mejor sería que Kendra se quedara con el único riñón. Esto provocó que todo el procedimiento fuese un poco más duro para Maliyah.
Las gemelas deberán someterse a varias cirugías en el futuro para corregir la posición de su columna vertebral.
Maliyah recibió una donación de su madre pero con el paso de los años su cuerpo comenzó a rechazar el riñón y tuvo que someterse durante varios años a largas horas de diálisis mientras lograba conseguir un nuevo donante.
“Tenía amigos que también recibían diálisis. Muchos de ellos fallecieron. Fue muy difícil para ella lidiar con todo eso”, dijo la madre.
Un año y medio después, Maliyah recibió un segundo trasplante y ahora se encuentra mucho más saludable y estable. Los años han pasado desde su separación y las gemelas han experimentado una vida totalmente diferente. A pesar de que siguen teniendo una conexión muy especial se encuentran seguras de que esta fue la mejor decisión.
“No creemos que nos parezcamos demasiado”.
Las chicas pasaron sus primeros años de aprendizaje educándose a través de Internet, pero ahora que se encuentran mucho más fuertes han logrado experimentar por primera vez lo que es ir a la escuela con otros chicos de su edad.
“La secundaria ha sido genial. Todos nos han tratado muy bien”.
Las chicas han decidido compartir su experiencia para dar a conocer cómo es la vida de las personas que han sufrido lo mismo que ellas. Son muy seguras de sí mismas y quieren ayudar a compartir un mensaje sobre la importancia de aceptarnos y tal como somos.
¿Qué opinas de todo lo que este par de luchadoras han logrado enfrentar? No dudes en compartir su historia para dar a conocer su poderoso mensaje.