El Estado Islámico ha causado terror en el mundo árabe y en el resto del planeta. Este grupo insurgente además de perpetuar diferentes ataques terroristas en las ciudades más importantes del mundo, también separan familias, secuestran a personas, las reclutan y piden rescate por una cuantiosa suma de dinero.
Uno de los cientos afectados por este grupo delictivo internacional es Khalid Taalo Khudhur al-Ali, él tuvo que huir junto a su esposa e hijos cuando integrantes de ISIS atacaron a Sinjar, Irak.
La ciudad de Khalid fue tomada por ISIS el 2 de agosto del 2014, desde esa misma mañana, Khalid decidió salir de allí con toda su familia. El hombre negoció con un vecino, y le dio cuatro litros de gasolina para que lo llevara a él, a su esposa embarazada y sus otros seis hijos a una zona segura.
Mientras escapaban, Khalid recuerda que olvidó en su casa su ordenador portátil y documentos importantes e iba a regresar por ellos pero su esposa lo impidió, sugiriendo que uno de sus hijos fuera en búsqueda de los objetos olvidados.
El hijo de Khudhur al-Ali se dirigía a su casa y debía ocultarse para no ser visto por ISIS. En el camino se encontró con uno de sus tíos, hermano de su padre, llamado Dakheel, que también pretendía escapar de la ciudad para una zona segura.
Uno de los hijos de Dakheel quiso acompañar a su primo al peligroso camino a recuperar las cosas olvidadas por Khalid, mientras el resto de su familia seguía huyendo de la ciudad.
Sin embargo, los dos jóvenes que iban de regreso a la ciudad vieron como Dakheel y el resto de sus acompañantes fueron detenidos por ISIS y los subió a una camioneta. El hijo de Khalid y su primo vieron lo sucedido. Rápidamente recuperaron el portátil y subieron al Monte Sinjar junto al resto de sus familiares para explicar lo sucedido con Dakheel.
Todos los que se quedaron al pie de la montaña fueron arrestados por ISIS. Solo sobrevivieron los que subieron”, dice Khalid.
Desesperadamente, Khalid llamaba al móvil de su hermano hasta que un hombre contestó y dijo que eran el Estado Islámico y colgó. Los años pasaron y a pesar que Khalid se convirtió en profesor de Biología en un campamento para desplazados, aún recordaba a sus familiares que fueron tomados por ISIS.
El hombre no podía dejar de pensar que su familia, al ser Yazidis, serían convertidos en esclavos por ISIS o incluso, los matarían.
Por esa razón, el hombre no pudo esperar y en mayo del 2015, empezó a realizar distintos tratos con personas de todo tipo, mucho de ellos agentes que trabajan en Irak o Siria, que podrían traer de vuelta a sus familiares.
Los encuentros eran horribles y cada persona contratada tenía diferentes tarifas pero para Khalid significaba la esperanza de recuperar a sus familiares. El hombre aprovechó que ISIS se estaba retirando de varias zonas de su país y en total tuvo que pagar 90 mil dólares para que pudieran rescatar a 10 integrantes de su familia.
Shaima fue tatuada por sus secuestradores.
La última de los familiares de Khalid que fue rescatada fue la joven Shaima, siendo liberada después de tres años de ser secuestrada, específicamente el 26 de septiembre del 2017 en una ciudad Siria llamada Deir Ezzor. Khalid tuvo que pagar por Shaima, su sobrina, la suma de 16 mil dólares.
Cuando una persona secuestrada muere, no sabemos nada de él y eso es realmente difícil. Deseo verlos incluso si murieran, quiero asegurarme de que realmente están muertos”, dice Khalid, esperando que pronto pueda recuperar a toda su familia.
Los conflictos y las guerras solo nos dan tristeza. Esperemos que pronto esta situación llegue a su fin, y todos los lazos que haya separado el odio, el amor los vuelva a enmendar.
La historia de Khalid merece ser compartida y que todos tus amigos se enteren lo que sucede de lo que la guerra es capaz de hacer.