Un resfriado común deja a una niña de 3 años incapaz de caminar, hablar y comer

Es lamentable, pero muchos pacientes son víctimas de la negligencia médica de algunos profesionales de la salud cuyos errores en el diagnóstico causan daños irreversibles.

María Stroh, es una mujer australiana de 30 años que compartió la experiencia que vivió con su hija Kivarni de 3 años que estuvo luchando por su vida sin poder caminar, hablar ni comer después de que los médicos no diagnosticaran el virus que padecía

“Pensamos que era solo un resfriado lo que tenía, así que le dimos la medicación que solíamos usar en esos casos, pero comencé a preocuparme cuando tenía más fiebre de lo normal”, dijo María.

Relató que su hija estaba somnolienta y que no podía controlar sus esfínteres, cuando su temperatura alcanzó los 41 grados, María y su esposo Ryan la trasladaron a urgencias.

A pesar de que estaba muy débil, no podía sostenerse en pie y vomitó en reiteradas oportunidades los médicos le dieron el alta.

Le diagnosticaron gastroenteritis por medio de análisis de sangre y le dieron el alta médica. Le indicaron tomar sobres de Hydrolite como tratamiento para mantenerse hidratada. El día siguiente la niña no sentía sus extremidades y perdió el conocimiento.

Estuvieron en el hospital durante más de 12 horas y le realizaron numerosas pruebas, tomografías computarizadas, punciones lumbares y otros análisis clínicos antes de sedar a la menor para inducir el coma y trasladarla a un centro hospitalario más grande.

Días después le realizaron una resonancia magnética que comprobó que padecía una inflamación cerebral muy peligrosa. Kivarni padecía una enfermedad conocida como encefalopatía necrotizante aguda, causada por el virus de la influenza que impide que el paciente no sea capaz de caminar, hablar ni deglutir.

“Cuando le hicieron la primera tomografía a Kivarni pensaron que solamente había inflamación en la parte posterior de su cerebro, pero al hacer otro estudio descubrieron lesiones graves y determinaron que la inflamación era severa”, dijo la madre de la niña.

La pequeña fue diagnosticada con encefalopatía necrotizante aguda causada por el virus de la influenza A, una cepa de la gripe que su sistema inmune no pudo manejar, aunque había recibido la vacuna antigripal.

Actualmente, la niña se está recuperando para volver a movilizarse, a alimentarse por sí misma y hablar.

Fue sometida a un ciclo de esteroides supresores del sistema inmunitario de alta dosis y a una inyección antiviral para reducir la inflamación, su madre asegura que es un milagro que haya sobrevivido y los médicos coinciden con esa afirmación.

“Estuvimos en el hospital durante seis semanas, no imaginamos que se recuperaría tan rápido de una enfermedad tan grave”, dijo María.

Kivarni había perdido el control de su cuello, no podía hacer contacto visual, está recuperándose con terapias para normalizar sus capacidades motrices.

“Nuestro pediatra dijo que la resonancia magnética era una de las peores que había visto en toda su carrera. Todavía es difícil creer todo lo que sucedió, realmente vivíamos minuto a minuto”, dijo la madre de la menor.

Relataron que la hermana mayor de Kivarni sufrió una experiencia traumática, “Nuestra hija mayor, Cali, tuvo algunas crisis, estaba angustiada, fue muy duro para ella, ya que mi esposo y yo vivíamos separados entre el hospital y la casa”, relató María.

La madre de Kivarni recomienda que todos los padres estén siempre atentos a los síntomas inusuales que presenten sus hijos, los insta a colocarles la vacuna contra la gripe.

“Eso es lo primero, y lo más importante es que estén atentos a signos neurológicos que no son tan conocidos. Si su temperatura es muy alta o caminan de forma extraña o hacen pis en la cama o cualquier cosa fuera de lo normal vayan al hospital”.

“Cada padre conoce a su hijo mejor que nadie, escucha tus instintos y no aceptes algo si tienes dudas”.

María quiso difundir su experiencia para alertar a todos los padres sobre el peligro de la gripe incluso si su hijo está vacunado. ¡Compártela!

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