Krysta Davis, de 23 años y Derek Lovett de 26 años, son una joven pareja de Tennessee en el Estado de Cleveland, que tomaron la valiente decisión de que su tan amada hija Rylei naciera, incluso después de haber sido diagnosticada con Anencefalia, un defecto congénito que impide que el cerebro se desarrolle adecuadamente.
La pareja recibió la lamentable noticia cuando Krysta tenía sólo 18 semanas de embarazo. Ante la situación, el médico les dio dos opciones: inducir el parto inmediatamente o continuar con el embarazo, de cualquier modo la pequeña Rylei moriría en el útero o, en caso de que llegara a término completo, no lograría vivir más de unos pocos días
La pareja continuó con el embarazo y en la víspera de Navidad del 2018 dieron la bienvenida a su querida Rylei quien con un peso menor a los 500 gramos se convirtió en un milagro navideño.
Como ya les habían advertido, el tiempo de vida de la pequeña en este mundo sería muy corto. Rylei logró sobrevivir la primera semana, pero murió tristemente en los brazos de sus padres.
A pesar de su trágica historia y de su vida tan breve, Rylei no solo llenó de alegría a sus padres sino que con su nacimiento dio la oportunidad de que otros dos pequeños bebés pudieran seguir viviendo, al donar su corazón y sus pulmones.