En 1944, durante la II Guerra Mundial KT Robbins, un soldado estadounidense, se enamoró perdidamente de Jeannine Ganaye cuando tenía 18 años. La vio por primera vez en la ciudad de Briey al noreste de Francia.
Robbins buscaba alguien para lavar su ropa y la madre de Jeannine aceptó ayudarlo. Los jóvenes se enamoraron rápidamente, pero dos meses después Robbins recibió la instrucción de irse de la aldea en la que vivía para dirigirse al Frente del Este para luchar contra los Poderes del Eje.
“Le dije que tal vez volvería y la llevaría conmigo, pero no fue así”, relató el soldado.
Jeannine relató: “Cuando se fue lloré, por supuesto, estaba muy triste. Ojalá, después de la guerra, no hubiera regresado a América”.
La guerra terminó en 1945 y ella comenzó a aprender frases en inglés con la ilusión de que algún día él regresara a buscarla.
Robbins se alistó en la 26 División de Infantería, después se ofreció como voluntario para servir en un batallón, se estableció en Estados Unidos de nuevo.
Allí conoció a Lilian, con quien contrajo matrimonio, estuvieron juntos durante siete décadas y trabajaron en una ferretería durante cincuenta años. Ella murió en el año 2015 cuanto tenía 92 años.
Jeannine se enamoró de nuevo, celebró su boda en 1949 y tuvo cinco hijos.
Robbins jamás se olvidó de la hermosa joven francesa, conservaba siempre una foto suya en blanco y negro. Ella también tuvo una de él guardada en la aldea durante décadas.
Un grupo de periodistas de Francia buscaron a Robbins para hacer un informe sobre los veteranos de la Segunda Guerra Mundial en los Estados Unidos.
Él les enseñó la foto de la mujer de la que se había enamorado, dijo que tendría que regresar a su aldea para encontrar a su familia en Francia.
Pero Robbins asumió que ella había fallecido y lamentó: “Por supuesto que nunca más la volveré a ver”. Sin embargo, los soldados lograron localizar a Jeannine encontraron su domicilio en Montigny-lès-Metz, Moselle, a 27,35 kilómetros del lugar donde se conocieron.
Así que organizaron un reencuentro para que Robbins y Jeannine volvieran a verse, le dijeron a él que ella estaba viva y que lo estaba esperando.
El hombre de 97 años no lo podía creer, se haría realidad su sueño de reencontrarse con su primer amor.
Cuando la vio exclamó: “Nunca saliste de mi corazón. Siempre te amé”.
Se abrazaron de inmediato y se miraron a los ojos con amor y alegría conmoviendo a todos los presentes. Las fotos del emotivo reencuentro le han dado la vuelta al mundo.
Robbins sacó la foto que conservaba de ella y se la enseñó: “Esta eres tú”, ella se sorprendió y le preguntó por qué no había regresado a Francia.
“Siempre estaba pensando en ti, pensando que tal vez vendrías. Ojalá hubieras vuelto”, dijo ella.
La pareja pasó horas reunida antes de que Robbins tuviera que marcharse a la celebración del aniversario conmemorativo de la II Guerra Mundial en Normandía.
“Jeannine, te quiero niña”, le dijo Robbins antes de darle un romántico beso. Prometieron que volverían a encontrarse.
La historia del romance de esta pareja merece ser compartida, nunca es tarde para el amor verdadero.