El teléfono móvil se ha convertido en el compañero de muchas personas que no se apartan de él ni para hacer actividades tan íntimas como ir al baño.
Pero este comportamiento aparentemente inofensivo puede convertirse en el detonante de los más desagradables accidentes y una madre holandesa quiere advertir sobre ello.
Una joven de 13 años sufrió graves quemaduras después de electrocutarse con su teléfono. La adolescente había puesto el dispositivo a cargar mientras estaba en la tina pero en algún momento el artefacto cayó en la bañera, electrocutándola.
La madre desconectó el cargador antes de sacar a su hija del agua y llamó a los paramédicos. Al llegar, el equipó tuvo que despertar a la niña inconsciente golpeándola en el esternón, antes de llevarla directamente al Centro Médico Vrije Universiteit en Amsterdam.
La joven pasó dos días ingresada en el hospital debido a las graves quemaduras que sufrió, sobre todo en sus manos y estómago. Además, tuvo que ser sometida a una intervención quirúrgica para ayudar a que las lesiones se cerraran.
Según los médicos que la atendieron fue un milagro que la niña sobreviviera a la descarga eléctrica pero ahora quieren advertir a todas las personas sobre los peligros evidentes en este tipo de accidentes.
“Aunque los dispositivos electrónicos se prueban y certifican exhaustivamente, representan un gran peligro si se usan de manera inapropiada.
Una lesión por quemaduras eléctricas graves puede causar lesiones destructivas con alta morbilidad, cicatrices de por vida e incluso la muerte», informaron los doctores.
La niña implicada en el accidente no pudo recordar cómo ocurrieron los hechos, pues sufrió de amnesia tras la descarga. Además, sus músculos también se vieron afectados
Según comentó la Dra. Sem Hardon la joven fue electrocutada por la fuente de alimentación 240V, común en los Países Bajos.
Si bien es cierto que los teléfonos tienen un voltaje mucho más bajo, de igual forma pueden causar descargas eléctricas
El peligro es mucho mayor si el artefacto se encuentra conectado a una red eléctrica, como ocurrió en este caso.
“Si se usan dispositivos eléctricos domésticos en los baños, los usuarios deben ser conscientes de los riesgos de seguridad. No obstante, los electrodomésticos o cables nunca deben enchufarse cerca del agua y nunca deben estar en contacto con un ambiente húmedo», dijo el Dr. Hardon.
Para esta joven todo el episodio afortunadamente resultó en una recuperación satisfactoria pero le dejó un aprendizaje que la seguirá toda la vida.
La quemadura que sufrió en su mano se curó en un par de semanas utilizando crema de ácido fusídico; mientras que su quemadura abdominal de 12 cm también mejoró en el transcurso de casi un mes.
Aunque el asunto resulte obvio este accidente puede ser más común de lo que creemos. Comparte esta historia y exhorta a tus amigos a seguir la advertencia de esta madre.