No podemos negar que la pandemia no solo ha debilitado el sistema de salud a nivel mundial sino que trajo consigo una fuerte crisis económica afectando a pequeñas y grandes empresas.
Cada día miles de personas intentan sobrevivir ante un contexto lleno de incertidumbre, mientras que otros hacen lo posible para mantener a flote el único lugar que ofrece un lugar laboral seguro a esas personas realmente especiales y que inocentes de toda esta situación muchas veces no comprenden porque sus trabajos están en riego.
El lugar es dirigido por decenas de adultos con discapacidades especiales.
Esta es la historia de Sweet Jordan´s Bakery and Cafe, un café y pastelería ubicado en Paris, Tennessee-Estados Unidos, que ha conquistado el corazón de miles personas.
Lo que hace realmente único a este establecimiento es que es un lugar dedicado exclusivamente a personas con discapacidad que pueden desarrollarse laboralmente de manera adecuada. Sin embargo, debido a la pandemia estaba a punto de cerrar sus puertas porque tenían muchas deudas acumuladas.
Cuando creía que todo estaba perdido recibió una llamada que cambió del destino del café.
No fue sino hasta que apareció un verdadero ángel y comprendió la importancia del lugar que decidió brindarle la ayuda que necesitaban.
Para Sweet Jordan´s Bakery and Cafe ese ángel fue la fundación Barstool Fund quienes amablemente se comprometieron a pagar todas las deudas del café.
Durante años, los trabajadores han capturado los corazones y la barriguita de muchos con sus ricos postres.
Tommy St. John es la dueña del café, al respecto comentó:
“Literalmente, acabo de llamar al banco y les dije que todas estas cosas van a salir, las nóminas son mañana, los impuestos son mañana, y no tengo suficiente para cubrirlo. Los tipos del banco dijeron que lo cubrirían hasta 5.000 dólares, pero es todo.
Hay una comunidad tan olvidada de gente que conoces y por eso intentamos centrarnos en ello, y siempre digo que Dios se ocupará del resto”.
Solo poco después de hablar con el banco recibió una llamada que cambió por completo del destino del café.
Afortunadamente, ocurrió un verdadero milagro a través de Barstool Fund quienes demostraron que en medio todo este caos lo más importante es darles oportunidades a quienes más lo necesitan.
Ellos se ofrecieron a pagar las deudas, y gracias a su gesto ni los trabajadores sufrieron las devastadoras consecuencias del cierre del local, ni los clientes perderán la oportunidad de seguir disfrutando de sus servicios.
La fe es el ingrediente especial de sus recetas.
Lamentablemente, la pandemia no hace excepciones entre las personas más vulnerables, por suerte, Bastol Fund sí reconoce que es un local invaluable para la comunidad por lo que su aporte fue muy significativo para quienes laboral en él y hacen gracias al café.
En momentos de crisis más que nunca debemos demostrar nuestra empatía y solidaridad, cualquier porte hace la diferencia para ayudar a salvar una vida o un establecimiento en riesgo. Comparte y sigamos siendo puente de buenas noticias.