El primer día de clases está lleno de emociones. La familia Harris, ha estado lidiando con un par de meses especialmente difíciles. Jamisha y su esposo perdieron su trabajo de manera inesperada y justo un día antes de que sus chicos retomaran la escuela perdieron su casa.
Eugene, Jorden y Emily se han visto afectados en medio de todos estos cambios, pero se dirigieron a su escuela con la mejor actitud posible.
“Ha sido muy difícil para nosotros. Han ocurrido tantas tragedias que ya no sabemos bien qué es lo que está sucediendo en el mundo”.
En medio de unos días tan difíciles, Jamisha no se había podido detener a pensar sobre sus hijos y todas las responsabilidades que tendrían que enfrentar este nuevo año escolar. Se encontraba muy nerviosa pero cuando vio que sus 3 pequeños se disponían a rezar con todo su corazón, supo que todo saldría bien.
Eugene tiene 10 años, Jorden 8 y Emily 7.
Muchas madres comparten fotografías de sus pequeños en redes sociales. Jamisha en lugar de mostrar una fotografía convencional, captó el momento en que sus niños se tomaban fervientemente de la mano y con los ojos cerrados se dedicaban a rezar para pedir que todo saliera bien en el nuevo año escolar.
“Rezamos por todos: maestros, el conductor del bus, amigos, miembros de nuestra familia. Rezamos para conseguir un cambio y encontrar la paz”.
A pesar de su corta edad, estos tres hermanos han sabido enfrentar con mucha madurez todos los cambios que su familia ha tenido que dar en los últimos meses después de que sus padres perdieran el trabajo.
No contaban con presupuesto para comprar su uniforme, así que utilizaron el del año pasado. Sin embargo, todavía están dispuestos a ofrecer una sonrisa a sus padres y a ayudarlos en todo lo que puedan.
La familia vive en Louisiana en los Estados Unidos.
Inspirada en sus hijos, abrió una página en GoFoundMe para poder recaudar fondos y lograr recuperarse en medio de esta crisis. Hasta el momento han recaudado 41.000 dólares.
En muchas escuelas, los niños no reciben educación religiosa y no se permiten momentos de oración.
Jamisha, sin embargo, está dispuesta a seguir reforzando el poder de la oración en sus hijos, especialmente en medio de unos días tan difíciles para su familia.
“Pueden quitar la oración de las escuelas pero no alejar a los niños de Dios”.
Afortunadamente, la historia se volvió viral y muchas personas decidieron ayudarlos. Con lo que han recaudado hasta los momentos han logrado comprarse una casa rodante y se encuentra haciendo todos los arreglos para su nuevo hogar.
Comparte esta conmovedora historia que sin duda se convertirá en un ejemplo de esperanza para muchos.