La marea de solidaridad sin precedentes que se desató a partir de que la pequeña Olalla Piñeiro, de 2 años de edad, hubiera perdido sus implantes cocleares con los que no podía oír, tuvo el final que sus padres no pudieron soñar jamás.
Raúl e Isolina Piñeiro, de A Coruña (España), acudieron a las redes después de que un día en medio del ajetreo de las compras navideñas, se dieran cuenta de que los implantes coclerares de Olalla ya no estaban en su estuche. Puedes conocer más detalles de esta historia aquí.
Los padres de Olalla son sordos, al igual que sus 3 hijos
La madre estaba devastada puesto que se había roto la rutina de la niña. «Se volvió inquieta y rebelde, queremos que vuelva a su rutina», confesó.
Primero tenían fe de que gracias a la difusión en las redes, para Reyes su pequeña ya hubiera recuperado sus implantes. Pero pasaban los días, y eso no sucedía. Así que unas mujeres decidieron actuar promoviendo una campaña de recaudación de fondos para lograr reponerlos.
La campaña pretendía que se compartiera la historia, el objetivo era llegar a 16.000 corazones generosos que donaran apenas 1 euro, para así poder pagar el costo de los implantes, osea 16.000 euros.
Pero lo que pasó después dejó a los padres de Olalla helados. No habían transcurrido ni 2 días, cuando la suma recaudada ya superaba los 34.000 euros, más del doble de lo que necesitaban.
Entonces Raúl informó que cancelarían ya la cuenta de las donaciones porque no tenía sentido seguir recibiendo más dinero. «Por favor, no sigáis ingresando porque ya habéis recaudado el total del importe necesario», dijo el padre conmoviendo a muchos por su honestidad.
«Aquí tenéis la cantidad definitiva que habéis recaudado. Ha sido, simplemente, ¡INCREÍBLE!¡Son 34.189,76€! GRACIAS», escribió el padre junto al comprobante.
Además, aclaró que «el dinero sobrante irá destinado a Anpanxoga, la asociación de madres y padres de niñas y niños sordos de Galicia para la creación de un servicio que posibilite el préstamo de ayudas auditivas, así como la cobertura de pérdidas o roturas de prótesis auditivas que como en este caso no cubran los seguros contratados«.
Raúl e Isolina son una pareja comprometida en la lucha por la visibilidad de las personas sordas, dando un verdadero ejemplo de lo que es educar a pequeños de su misma condición.
Ahora los padres han brindado varias entrevistas a los medios, desbordados de la emoción porque no pueden creer en tanta solidaridad, y no tienen palabras para agradecer por tanto.
«Queríamos que esa cifra terminase y sigue. Hemos bloqueado la cuenta y agradecemos muchísimo lo que ha ocurrido. No esperábamos esto. Gracias de corazón»
«Creemos que esto es real, que la unión hace la fuerza, es que no sabemos qué decir, daríamos un abrazo muy fuerte a todo el mundo que ha colaborado con nosotros. Nos sentimos abrumados porque no nos esperábamos esta rápida respuesta», dijo su madre en lenguaje de signos.
La emoción la desborda y las lágrimas corren sin parar
«La veo a ella inocentemente caminando, feliz. Y no me lo puedo creer», dice Isolina. Además, ayer publicaron la imagen que todo el mundo esperaba: la pequeña con sus implantes nuevos.
Olalla ya vuelve a oír
Pero ahora ellos no quieren que esto termine aquí:
«Queremos hacer ruido ante todo lo que ha sucedido, que las empresas renueven las condiciones. Porque comprendemos el sufrimiento de las familias y no queremos permitir que esto siga sucediendo», concluye la madre.
Comparte esta emotiva historia que refleja que todavía podemos tener esperanza en la humanidad. Que sirva para dar visibilidad a las personas con este tipo de condiciones y que la lucha de estos padres por lograr un mundo más inclusivo surta efecto.