En el año de 1623, los dos gigantes del sistema solar, Júpiter y Saturno, surcaron el cielo juntos. Júpiter alcanzó y rebasó a Saturno, en un evento astronómico conocido como la “Gran Conjunción”.
De hecho, el legendario astrónomo alemán Johannes Kepler, creía que la estrella de Belén que guio a los Reyes Magos, podría haber sido una rara triple conjunción de Júpiter, Saturno y Venus.
El próximo 21 de diciembre de este extraño, inusual y fatídico 2020 tendremos, por fin, una buena noticia. Cerrando el año podremos ser testigos de un fenómeno astronómico que no ha ocurrido en 800 años, veremos de cerca la famosa estrella navideña en el inicio del solsticio de invierno.
Ese mismo día, Júpiter y Saturno volverán a cruzarse tan de cerca el uno del otro, que de esa fricción emanará una luz tan brillante que podrá ser vista desde la Tierra como si fuera un gran astro.
La última vez que se pudo observar a la Estrella de Belén fue en 1226, de acuerdo con Patrick Hartigan, astrónomo de la Universidad Rice, en Houston, Texas, Estados Unidos. Según el científico, dicha alineación entre ambos planetas es bastante rara y sucede una vez cada 20 años.
“Tendrías que irte hasta el 4 de marzo de 1226 para ver el alineamiento más cercano ocurrido entre estos planetas, que sea visible en el cielo nocturno”, dijo Hartigan en una entrevista.
Para poder disfrutar de este maravilloso espectáculo que nos ofrecerá la naturaleza muy pronto, se deberá tener una vista clara hacia el suroeste, unos 45 minutos después del atardecer del 21 de diciembre.
Su fulgor será visible desde cualquier lugar del mundo con cielos despejados, durante toda la cuarta semana del mes de diciembre.
“El raro fenómeno astronómico será observable desde cualquier lugar de la Tierra donde el cielo esté despejado y será lo suficientemente brillante como para ser visto durante el atardecer”, añadió el astrónomo estadounidense.
Desde nuestro punto de vista en la Tierra, los gigantes gaseosos aparecerán muy juntos, pero estarán separados por cientos de millones de kilómetros en el espacio. Y, mientras que la conjunción ocurre el mismo día que el solsticio de invierno, el momento es simplemente una coincidencia, basada en las órbitas de los planetas y la inclinación de la Tierra.
Los planetas se pueden ver a simple vista, pero con prismáticos o un telescopio pequeño, es posible que se puedan observar las cuatro grandes lunas de Júpiter orbitando el planeta gigante. Cada noche, ambos planetas aparecerán más cerca hacia el suroeste, después de la puesta del Sol.
Deberán pasar al menos unos sesenta años para la próxima Gran Conjunción, específicamente el 15 de marzo del año 2080. Más que un fenómeno astronómico, puede ser una clara señal de esperanza para los años por venir.
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