La familia de Unique Clay está destrozada e indignada pues no se explican cómo el hospital donde dio a luz a su tercer hijo pudo darle el alta médica aun sabiendo que había dado positivo a COVID-19. Esta mujer de 31 años presentó fiebre mientras estaba en trabajo de parto el pasado 30 de abril, en el Hospital de la Universidad de Chicago.
Clay dio a luz a una niña completamente sana pero una prueba diagnosticó que se había contagiado del virus moral, a pesar de los riesgos la madre fue dada de alta un día después del parto y regresó a casa donde falleció la semana pasada.
Frente a esta tragedia, su familia exige una explicación pues no comprenden la razón por la cual la enviaron a casa sólo con la indicación de tomar sólo ibuprofeno.
«Cuando la dejaron ir a casa, le dieron ibuprofeno. Pero al ver las noticias supimos que empeora el virus, se supone que a los pacientes debes darles Tylenol», dijo Alan Brown, padre de Clay.
Alan Brown, padre de Clay
Unique Clay trabajaba en el Servicio Postal de los Estados Unidos y se convirtió en el primer cartero de Chicago en sucumbir al virus. Su hermana, Dajah Brown, describió el dolor y la confusión que siente tras su fallecimiento.
“Duele, duele profundamente. No entiendo por qué la enviaron a su casa tan rápido, después se le indicó que tomara medicamentos que alimentaron la enfermedad. Simplemente no fue controlada en absoluto. Alguien debe rendir cuentas”, dijo Dajah Brown.
Dajah Brown la molesta hermana.
Los colegas de Clay lanzaron globos al cielo en su memoria y también se sienten indignados con la situación, ellos al igual que la familia piensan que la mujer no fue tratada como era debido. Aunque reconocen los peligros a los que se enfrentan, debido al tipo de trabajo que desempeñan.
En Chicago hay al menos 30 casos de carteros infectado con COVID-19.
Sus amigos cercanos también manifestaron una profunda tristeza por la partida de la noble mujer, a quien describieron como una persona dedicada a hacer feliz a los demás.
«No sé, me gustaría que la gente supiera que ella era realmente una chica muy agradable y que simplemente lo dio todo por su familia y desearía que esto nunca hubiera sucedido», dijo Liz Price, estilista y amiga de Clay.
Son muchas las familias destrozadas por esta cruel enfermedad pero resulta aún más triste pensar que al menos una de estas tragedias se pudo haber evitado.
Ahora los hijos de Clay se han quedado sin su madre, incluyendo la pequeñita que no tuvo oportunidad de refugiarse en sus brazos. Por esta razón la familia reclama una explicación del hospital.
El dolor que sienten estas personas es indescriptible, sólo esperamos que puedan enfocar sus energías al cuidado y protección de los pequeños. Comparte esta noticia y envíale tus condolencias a sus familiares.