Desde que surgió la emergencia sanitaria por el coronavirus centenares de profesionales de la salud se han visto comprometidos a cumplir con largas jornadas mientras atienden a los afectados.
Recientemente se difundió en las redes la imagen de Alessia Bonari, una enfermera italiana en la que se veían las lesiones que sufrió en su cara por el uso de la mascarilla. Ella publicó junto a la foto un mensaje para pedirle a la población que acatara las medidas de seguridad establecidas.
En esta oportunidad, la imagen de Elena Pagliarini, circula en las redes, se trata de una enfermera que se durmió junto al teclado de su ordenador mientras usaba su uniforme y una mascarilla.
Ella estaba tan exhausta tras haber cumplido una jornada de diez horas seguidas que se desplomó sobre el escritorio.
Su foto se convirtió en el símbolo de la lucha del personal sanitario de diversos países que luchan por combatir el coronavirus y preservar la vida de los pacientes que permanecen ingresados en los hospitales.
Tal como dice el popular proverbio chino: “una imagen vale más que mil palabras”, en esa gráfica se refleja el cansancio de la enfermera después de haber cumplido con su jornada en un hospital italiano.
Elena trabaja en el turno de la noche en el servicio de urgencias del hospital Maggiore de Cremona en Lombardía, donde se han registrado centenares de pacientes infectados.
La foto fue capturada por Francesca Mangiatordi, una de sus compañeras, que al verla no pudo contener las ganas de inmortalizar la escena.
“La miré y tenía ganas de abrazarla, pero preferí inmortalizar ese momento de tregua con guantes, mascarilla y una bata desechable”, relató Francesca a un medio de comunicación local.
“Habíamos iniciado el turno a las ocho de la tarde, para ese momento llevábamos más de diez horas de trabajo sin tregua. Habíamos asistido a más de cincuenta pacientes en las camillas ubicadas en los pasillos, enfermos en sillas, necesitados de oxígeno…”, relató la enfermera.
Francesca confesó que le gusta la fotografía y eso la motivó a capturar la escena que ahora se convirtió en un emblema y le está dando la vuelta al mundo.
“Tengo pasión por la fotografía, porque es un medio que con una sola imagen se puede contar mucho. Vi a Elena descansar cinco minutos después de haber pasado horas corriendo de un paciente a otro, intentando ayudar al enésimo paciente que llega con fiebre e insuficiencia respiratoria. Tuve que inmortalizarlo”, agregó Francesca.
La foto no tardó en viralizarse, Elena es el símbolo de todos los profesionales italianos y de otros países que enfrentan la emergencia sanitaria del coronavirus.
Francesca relató que todo el personal sanitario está siendo desafiado a nivel físico y mental.
“Vemos a todos esos enfermos que nos piden ayuda con la mirada y saber que tenemos que ir a ayudar a otro que está peor, puede hacernos sentir mal, hacernos sentir incapaces de ayudar a todos. Entre un paciente y otro, a Elena se le salían las lágrimas. Eso me motivó a hacer la foto”.
Además, denunció la crisis que vive el sistema de salud de su país.
“Han recortado los fondos de sanidad. Han reducido el número de camas y ahora nos encontramos con que tenemos que enfrentar este enorme desafío”, relató la enfermera.
Elena, la protagonista de la imagen, dijo: “Perdonen si me derrumbé, estaba exhausta”. Durante una entrevista que ofreció a un medio de comunicación local, reivindicó la dura situación que se vive en los hospitales e instó a la población a permanecer en sus casas para contener la epidemia.
También se ha hecho viral la foto de dos enfermeras con un cartel que dice:
«Hagan su parte y quédense en casa».
Es sumamente importante acatar las medidas preventivas contra la pandemia que se vive desde la propagación del coronavirus. Es compromiso de todos. Comparte este emotivo testimonio que nos invita a reflexionar.