El amor de una madre no tiene límites cuando se trata del bienestar de sus hijos, lo dan y lo arriesgan todo para asegurarse de que tengan un buen futuro, brindándoles una excelente educación, alimentación y asegurándose de que tengan todo para triunfar en la vida.
Cuando se trata de la salud de un hijo, una madre no parará hasta que su hijo se encuentre en optimas condiciones; muchas veces el amor por sus hijos es tan grande que va más allá de los diagnósticos médicos pues para ellas la vida de sus hijos es lo más preciado.
Esta es una historia de perseverancia, esfuerzo y sobre todo de mucho amor, amor de madre para ser más específicos. Giorgio Grena es un chico que tras un accidente automovilístico quedó en coma y su madre no se rindió; día tras días estuvo junto a él.
Señor, tú puedes hacer todo. Sé que un día nos sorprenderás”.
Son las palabras pronunciadas por la madre de Giorgio, esta mujer estuvo junto a su hijo durante cinco años mientras él estuvo en coma y cada día repitió esa frase con la esperanza de que sus plegarias fueran escuchadas.
La perseverancia de esta madre tuvo frutos pues el pasado marzo fue premiada con la noticia de que su hijo pudo salir del coma después de tanto tiempo. Para muchos, esto podría ser llamado un milagro ya que sucedió sin el uso de fármacos estimulantes.
“Fue un milagro, pero los milagros llegan donde hay fe y amor”, comentó ella, quien asegura que la única explicación posible para la reacción de su hijo es que finalmente sus oraciones fueron escuchadas.
Esta historia de amor y perseverancia comenzó en el 2010 cuando el joven Giorgio, que solo tenía 22 años, sufrió un accidente automovilístico en Bergamo lo que le provocó un fuerte trauma en la cabeza, por el cual entró en coma.
El joven fue llevado por sus padres de hospital en hospital en varias ciudades de Italia, pero el diagnóstico que recibía en cada uno de ellos no era muy consolador; decían que estaba en coma, que debía ser hospitalizado y que no debía tener contacto con nadie.
Rosa, la madre del joven, no perdió la fe ni la esperanza en ningún momento; en 2011 los médicos dijeron a los padres que tenían que decidir si seguían adelante con la hospitalización que se hacía cada vez más larga o si se llevaban a Giorgio a casa.
Rosa y Gianluigi, padres de Giorgio, no lo pensaron dos veces y decidieron acondicionar una habitación dentro de su casa para cuidar a su hijo. Así fue, estos amorosos padres cuidaron a su hijo pacientemente durante días, semanas, meses, incluso años sin perder la esperanza.
La madre cada día repitió aquella específica oración con la convicción de que sus creencias y el amor por su hijo lo ayudarían a recuperarse y a salir del coma, para muchos este fue un milagroso caso pues el joven pudo despertar.
Incluso Gian Pietro Salvi, responsable del Centro de Rehabilitación Neuromotriz, dijo que este era uno de los pocos casos de “despertar espontaneo” pues en todo el mundo solo se han reportado 15 en total.
Esta historia puede sorprender a más de uno, y demuestra que el amor y la perseverancia son piezas claves en la recuperación de todo paciente. Vale la pena compartir esta noticia con todos tus amigos.