Ummul Kher, una joven india ha tenido varias dificultades desde el comienzo de su vida pues en la infancia fue diagnosticada con osteogénesis imperfecta, que es el trastorno congénito de huesos frágiles también conocido como “huesos de cristal”.
Debido a su enfermedad, la joven Ummul Kher se mudó de Rajasthan hasta Delhi junto a su familia. Mientras que el padre trabajaba arduamente como vendedora de ropa ambulante en las calles de Hazrat Nizamuddin, localidad cercana a la barriada dónde la familia residía, la joven Ummul continuaba sus estudios en el Pandit Deendayal Upadhyaya, que es un instituto para discapacitados físicos, y luego fue a estudiar en la Amar Jyoti Charitable Trust dónde terminó su octavo grado.
Ummul cuenta sobre Amar Jyoti Charitable Trust que es: “Una organización caritativa dirigida por el gobierno y no tuve que pagar nada. Aunque tener una comida al día era difícil, estaba satisfecha de que al menos podía estudiar”.
Pero de un momento a otro, todo parecía cambiar en la vida de Ummul porque sus padres no querían que ella siguiera con sus estudios; para ellos, ya Ummul tenía “más educación de la que una niña debería”.
El sueño de Ummul era seguir con su educación; además, ella quería estudiar en la escuela secundaria de Arwachin Bharti Bhawan, ya que esta tenía mejor infraestructura y Ummul Kher contaba con una beca.
Ante esta situación, sus padres le dijeron que si seguía con su educación estos iban a darle la espalda y la amenazaron con romper todos los lazos con ella.
La joven, afortunadamente, no se dio por vencida y no dejó que derrumbaran sus sueños; se mudó de barrio y alquiló un jhuggi (una vivienda precaria e improvisada ubicada en lugares súper poblados y sin ningún tipo de servicio).
Para poder pagar el alquiler de la vivienda con tal sólo 14 años de edad, recurrió a darle clases a los hijos de sus vecinos; pero, debido a que se encontraban en la misma situación, cobraba por cada niña alrededor de 50 a 100 rupias que son el equivalente de 0,80 a 1,50 dólares. Ummul trabajaba desde las 3 p.m. hasta las 11 p.m.
No podía haber esperado más porque éstos eran hijos de obreros, herreros, tiradores de bici taxis. Además, para una chica que vivía sola en un jhuggi era a veces traumático. Nunca fue seguro, pero no tenía elección”, dice.
Al mismo tiempo, entró al Colegio de Gargi y financió su educación a través del dinero que ganó en los debates de la Universidad de Delhi. Sin embargo, Ummul no podía participar en los otros debates que organizaban en las noches ya que debía pagar cuotas para participar.
Después de su admisión en la Universidad de Delhi, se unió en la Universidad de Jawaharlal Nehru en Delhi para cursar Estudios Internacionales y allí logró detener su trabajo de tutorías en su jhuggi pues recibía 2.000 rupias por su mérito académico. Su vida estaba dando buenos cambios, pasó el examen de la Beca de la Investigación Juvenil y comenzó a ganar 25.000 rupias cada mes, el equivalente de 390 dólares.
Hasta hoy, Ummul cuenta que ha sufrido hasta 16 fracturas y ha tenido que someterse a 8 cirugías debido a su trastorno, pero eso no la ha detenido en ningún aspecto de su vida, ella no les ha guardado rencor a sus familiares y trata de tener comunicación ellos.
No los culpo. Fueron criados en un ambiente que moldeó su pensamiento. No es culpa suya”, declara Ummul.
“Finalmente mi sueño de la infancia se ha hecho realidad. Me he convertido en una funcionaria pública en mi primer intento”, escribe Ummul en la red social de Facebook, justo tras presentar la prueba de la Union Public Service Commission (Comisión del Servicio Público de la Unión).
Ella ocupó el puesto 420 en toda la India, espera seguir avanzando y creciendo académicamente. Compártelo e inspira a tus amigos con esta historia.