Un anciano sentado con su silla frente al mar. La mirada serena, lejana. El agua cubriéndole los pies hasta los tobillos y un cielo anaranjado como telón de fondo dándole paso a la luna.
No se trata de la descripción de un cuadro impresionista, sino de una extraordinaria imagen publicada por el periodista malagueño Santiago Souviron, que hasta el momento cuenta con unos 27 mil “me gusta” y ha sido compartida más de 5 mil veces en la Web.
La que pudo ser una foto más para el recuerdo, trascendió a las redes sociales convirtiéndose en una de las historias más tiernas, populares y compartidas, una mezcla de melancolía, amor y dureza, cuya historia nos engancha todavía más que la propia imagen.
“Tomé la fotografía y, cuando me iba, me di cuenta de que estaba llorando, así que me acerqué para preguntarle si necesitaba algo. Me dijo que estaba estupendamente y entonces me contó que había tenido que irse al norte de España por motivos laborales. Su hija, que vive en el extranjero, se lo llevó entonces a vivir con ella, todavía más lejos de aquí”, comentó Souviron.
Souviron asegura que no pensó en divulgar la historia entera del anciano. No fue, ni mucho menos, un mensaje calculado o algo premeditado, sino apenas un par de comentarios para no desnudar la intimidad del desconocido.
Sin embargo, la publicación que se ha vuelto viral ha sido objeto de diversas críticas por parte de los internautas quienes acusan a Souviron de haber inventado toda esa historia para conseguir muchos “me gusta”.
No obstante, el periodista ha explicado que entiende y respeta lo que la gente pueda pensar, ya que toda publicación debe estar abierta a las críticas.
Asimismo, Santiago considera que estas vienen dadas porque estamos acostumbrados a ver noticias negativas y nos olvidamos de que sigue habiendo cosas bellas en la vida, historias simples y gente sencilla.
También aclaró que nunca se le ha ocurrido crear una historia falsa y que, por el contrario, su intención fue dejar una línea abierta a la interpretación de cada quien, que sea la gente la que complete esta historia que es cotidiana, real y puede ocurrir en cualquier lugar del planeta.
Primero hice la foto, me llamó la atención verle en la orilla mirando al mar. Fui hasta él por pura curiosidad. Al acercarme, lloraba sin parar.
Es malagueño, emigró por necesidad y 34 años después ha vuelto a sentarse donde jugaba de niño. Me ha regalado el momento del verano. pic.twitter.com/8jtEaGpRZP— Santi Souviron (@santisouviron) August 12, 2019
“Me llevaron hasta allí una serie de casualidades. Había quedado para cenar con un amigo que me llamó a última hora para cancelarlo, así que decidí hacer deporte un rato por el paseo marítimo. Al llegar tampoco me apetecía y fui hasta la orilla de la playa a pasear. Entonces lo vi. Es malagueño, emigró por necesidad y 34 años después ha vuelto a sentarse donde jugaba de niño. Me ha regalado el momento del verano”, comentó el periodista.
En ocasiones nos encontramos en la vida con situaciones enternecedoras que nos sorprende y conmueven el corazón, disfrutemos de ellas y evitemos arruinarlas con la habitual negatividad.
Santiago Souviron, conmueve a las redes sociales con su publicación
Comparte esta hermosa historia con todos tus amigos y nunca pierdas la esperanza de reencontrarte con tu niño interior.