Cuando hablamos de ropa para hacer ejercicio, lo primero que se nos viene a la cabeza son leggins y tops deportivos. Después de todo, se trata de la opción más cómoda para realizar un sinfín de movimientos y además resultan mucho más refrescantes después de hacer pesas o circuitos durante varios minutos.
Este incidente sucedió en Tennessee, Estados Unidos.
Para muchos esto puede resultar algo completamente normal, pero hay mujeres que todavía son señaladas por “mostrar demasiado”.
Julia Maren es una joven que tuvo que pasar por la incómoda experiencia de que los empleados del gimnasio le llamaran la atención por su vestimenta.
La denuncia de Julian alcanzó en las primeras horas mil reacciones
Ella se había dirigido allí utilizando una vestimenta similar a la que había llevado en días anteriores. Estaba concentrada en su rutina de ejercicios cuando alguien se acercó hasta ella y le pidió que se quitara los audífonos para tener una seria conversación.
“Me interrumpieron para decirme que ellos podían darme una camiseta en caso de necesitarla. Que debía empezar a usar una para cubrirme o tenía que irme del gimnasio”, dijo Julia.
Julia llevaba un top y unos leggins altos. El área de su cintura quedaba algo visible pero ella jamás imaginó que ese sería el motivo para que la “expulsaran” del gimnasio. Después de todo es la vestimenta que miles de personas acostumbran utilizar a la hora de ir a entrenar.
“¿Siete centímetros de mi cintura no son aceptables, pero un hombre a mi lado puede utilizar franelillas en donde se ven sus pezones?”, se quejó Julia.
Al principio, Julia no entendía lo que estaba sucediendo. Pidió que le explicaran realmente de dónde salían esas normas, pero el personal se negó a seguir hablando con ella.
Como es de esperar, la joven se sintió profundamente indignada y decidió acudir a sus redes sociales para contar lo sucedido y alzar la voz en contra de los dobles estándares con los que las mujeres y hombres son juzgados día a día.
“¿Sabían que el 65% de las mujeres evitan el gimnasio para no sentir que las juzgan por su cuerpo? Para los hombres esto sólo sucede en el 36%”, explicó Julia.
A través de su publicación, Julia habló sobre lo difícil que es para una mujer sentirse cómoda en un gimnasio. El trato que ella recibió no hace más que reforzar estereotipos y es hora de que se haga algo al respecto.
La joven nunca aclaró el nombre del gimnasio en donde todo sucedió, pero sus palabras iniciaron un acalorado debate en las redes.
Algunos comentaron que debía simplemente ajustarse a las normas del lugar, pero cientos de mujeres le agradecieron por alzar la voz en medio de una situación que afecta a tantas personas.
¿Qué opinas sobre el trato que recibió Julia? Une tu voz y comparte para dar a conocer esta nota ha dado tanto de qué hablar.