Vivimos en una sociedad donde las personas diferentes suelen ser juzgadas. Para jóvenes con Síndrome de Down, esto puede convertirse en un enorme impedimento, pero hay una astuta chica que se las ha ingeniado para seguir adelante y fundar una exitosa compañía.
Desde que era muy pequeña, Colette Divitto descubrió que sentía una gran pasión por la repostería, pero nunca imaginó que llegaría a fundar un negocio. Se trató de una difícil decisión que tomó cuando se dio cuenta de que nadie le daba trabajo y todo por tener Síndrome de Down.
Colette creció en una familia llena de amor y comprensión. Su madre nunca le dijo que era diferente a las demás pero un compañero de la escuela comenzó a decirle las palabras “Síndrome de Down” una y otra vez.
Fue entonces cuando se sentaron a tener la charla con ella pero se aseguraron de apoyarla y explicarle que ella podría lograr cualquier cosa en la vida. Años después, Colette demostró que realmente podía cumplir sus sueños.
Pasó por momentos muy difíciles en su juventud pero finalmente se graduó y acudió a la Universidad. Completó sus estudios un año antes de lo esperado y comenzó a buscar trabajo.
La joven se encontraba ansiosa por conseguir un hogar y alcanzar independencia financiera pero no podía imaginar que tendría que lidiar con ser rechazada en decenas de trabajos. Ante algo tan devastador, cualquier podría simplemente rendirse pero la talentosa Colette decidió hacer algo muy diferente.
Desde hace años, todos sus familiares y amigos le pedían más y más de sus galletas. Colette tenía un gran talento en la cocina y decidió que probaría suerte en el mundo de la repostería.
“Nadie me contrató así que creé mi negocio”, dijo Colette.
Comenzó vendiendo un par de galletas a través de una tienda y el éxito fue tan grande que en poco tiempo logró ahorrar lo suficiente para abrir su propio negocio.
“Siempre ha sido un pasatiempo muy divertido pero ahora se trata de un negocio serio. Mi compañía ha crecido mucho en los últimos 4 años”, explicó Colette.
A medida que ha ido creciendo, la joven se ha visto en la necesidad de contratar nuevos empleados y siempre tiene una prioridad: darle una oportunidad a las personas con diferentes capacidades.
Después de todo, ella sabe muy bien lo difícil que puede ser comenzar en el mundo laboral si el mundo entero te juzga como alguien discapacitado.
La inspiradora historia de Colette merece ser conocida por todos. Su determinación es una prueba más de que las personas con Down pueden llevar una vida plena y exitosa.