Los Tyler Perry Studios, de Atlanta, Georgia (Estados Unidos) se vistieron de gala la noche de ayer para recibir a las candidatas de 90 nacionalidades y coronar a la nueva Miss Universo 2019, en su edición número 68.
Un certamen que este año fue especialmente seguido en el mundo entero y contó con la animación del famoso conductor Steve Harvey, por quinta vez consecutiva.
La corona fue para la representante de Sudáfrica, Zozibini Tunzi, de 26 años y activista comprometida con la lucha contra la violencia de género.
Una decisión que fue aplaudida por miles de personas, aunque otros reconocen que el que sea de raza negra no debería ser un factor exclusivo que cuente a favor en el momento de elegir a una representante de belleza, eso sería acentuar más el racismo y elegirla sería una manifestación de la necesidad de inclusión más que otra cosa.
Sin embargo, el papel protagónico que la joven sudafricana ha tenido desde el inicio del concurso no ha hecho más que reforzar que no se trata de cualquier mujer de «color» que busca notoriedad, todo lo contrario.
Su inteligencia, su naturalidad, su belleza, su sencillez, su lucha en contra de los falsos estereotipos que impone la sociedad, la hicieron acreedora de la merecida corona.
«No importa tu raza, tu color de piel y mucho menos de dónde vengas… Si tienes un sueño y un mensaje que exaltar, eres merecedor del UNIVERSO entero», dijo tras ser coronada.
Este fue el momento en que Miss Sudáfrica se convirtió en la sucesora de la filipina Catriona Gray recibiendo una de las coronas más costosas en la historia del certamen.