El síndrome de Kleine-Levin, conocido popularmente como el síndrome de la bella durmiente, es un trastorno neurológico muy poco frecuente del cual no se conoce su origen, y que se caracteriza por episodios de hipersomnia, es decir exceso de sueño, produciendo además trastornos cognitivos y conductuales.
Muy pocas personas en el mundo padecen este síndrome, aproximadamente unos 40 casos han sido documentados hasta ahora, uno de esos casos es el de Sharik Tovar, una joven colombiana que según explica su madre, puede dormir hasta 70 días ininterrumpidos y ya está presentando problemas de memoria y otros desórdenes neurológicos.
Su madre solicita con desesperación el apoyo de las instituciones, especialmente de la EPS Capital Salud, para que le entreguen un suplemento nutricional que requiere su hija.
“Es lo que más requiere porque ella no está comiendo como comemos nosotros”, relata Marleny Tovar.
Por supuesto, al permanecer dormida tantas semanas la joven no recibe los nutrientes necesarios y por eso también presenta otros síntomas de deterioro.
“En un episodio de sueño de cuarenta y ocho días el año pasado, en junio, ella perdió la memoria temporalmente.
En enero o febrero más o menos, también en un episodio de sueño de 22 días, fue donde la perdió totalmente, me preguntaba quién era”, comentó la preocupada madre.
Sharik presentó su primer episodio a los 2 años y desde entonces ha presentado varios episodios más en dónde duerme de 22 a 70 días consecutivos.
Es una situación alarmante que esperan solucionar pronto. Por eso la familia no se cansa de pedir apoyo para que la jovencita sea vista lo más pronto posible por un neurólogo.
El alcalde de Acacías, Orlando Gutiérrez, les ofreció recientemente apoyo económico y un nuevo hogar, pero esto no ha sido cumplido y la situación de esta familia se torna cada vez más crítica.
De continuar sin atención médica, y lo requerido para tratar dicha enfermedad, la joven se irá deteriorando cada vez más y y esto le provocará otros padecimientos.
“Estamos solucionando un tema de final de obra, que son los tanques subterráneos que necesitamos para poder hacer el acumulo de agua”, señaló el alcalde excusándose por no poder responder a otros requerimientos.
Mientras tanto la familia continúa solicitando apoyo de Capital Salud, pero el contacto no ha sido fructífero.
A pesar de no conocer muchos casos en el mundo, el síndrome de Kleine-Levin merece toda nuestra atención pues así como Sharik otros sufren de esta condición que, por tratarse de una enfermedad neurológica, requiere de tratamientos sumamente costosos.
Sharik necesita ayuda
Confiamos en que está familia pueda ser escuchada por las autoridades y la joven pueda tener una vida digna.
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