Lamentablemente muchos niños y adolescentes ven empañada la ilusión de acudir al colegio a estudiar por el trato que reciben de algunos de sus compañeros. Cada día tienen que lidiar con el dolor de sentirse señalados, rechazados y recibir comportamientos muy injustos, a veces con consecuencias irreversibles.
La cara más amarga del problema se observa cuando son niños quienes sufren esta situación y por tal motivo la historia sobre la hija de 9 años de Nicole O’Shea no deja de dolerle a todos.
Esta madre escribió en el blog de Love What Matters cómo su hija se convirtió en víctima de este monstruo y su relato retumbó en los corazones de miles de lectores.
“Tiene 9 años. Nueve años y ya está aprendiendo lo que se siente cuando le rompe el corazón la crueldad del mundo. Ella ya sabe lo que se siente cuando sus compañeros comentan sobre su cuerpo, su rostro, su ropa, su familia.
La han llamado demasiado estúpida, demasiado gorda, demasiado fea, demasiado pobre, demasiado ruidosa, demasiado cariñosa, demasiado salvaje, demasiado desordenada. No ha sido invitada a fiestas porque no es lo suficientemente bonita, lo suficientemente delgada, lo suficientemente feliz, lo suficientemente divertida, lo suficientemente querida”.
Nicole comentó que “estas palabras no la lastiman porque sabe que no son ciertas”, pero su pequeña niña está rota por todos esos comentarios. En su pequeño mundo, la crueldad de sus compañeros ha cobrado más credibilidad que el amor de su madre y Nicole no lo acepta.
“Lo que me mata es cómo cree en los detractores del mundo en lugar de en su mamá, la persona que mejor la conoce”, sentenció.
Pero esta madre ha encontrado en el amor propio la clave para vencer tanto rechazo alrededor de su hija y sólo desea enseñarla a aceptarse así misma.
“Prometo borrar el odio a mí misma de mi vida. Prometo aprender a apreciar quién y qué soy sin excepción. Me amaré, porque amarme es la única forma en que puedo enseñarle a amarla”, dijo Nicole.
En el blog, la madre también decidió interpelar a sus lectores. De algún modo ella sabe que muchos se podrían sentir identificados.
“Si esto te golpeó de alguna manera, sé que es porque estás imaginando a tus propios hijos y las luchas que han visto. Soy madre de una hija y nuestra historia no es única. Es la historia de cada madre y de las hijas que están criando».
Pero no estamos aquí para vivir en la angustia. Estamos aquí para generar confianza y resistencia en los corazones de nuestros bebés. Con eso en mente, quiero escuchar a las mamás y las tías y las abuelas y los maestros, y todas las mujeres que tienen niñas pequeñas admirándolas”.
Seguro más de uno está harto de esta situación, pero esto no sucede sólo en las clases, incluso en el entorno familiar muchos niños sufren la presión de no considerarse «perfectos» ni aceptados por su familia. ¡El mundo no necesita perfección, necesita felicidad! Niños que crezcan alegres y sanos para que construyan la sociedad de amor que todos queremos.
Nadie debe hacer menos a nadie, así que apoyamos a esta madre y la lucha que ha iniciado por su hermosa pequeña. Comparte esta historia y que su mensaje ayude a todos a crear consciencia.