La historia de Nancy Huamán Chauca una madre mexicana que barre las calles para pagar los estudios de su hija ha conmovido a más de un corazón. Esta mujer sí que ha demostrado el valor del dicho “madre sólo hay una”, pues con su ejemplo gallardía ha demostrado lo que una mujer es capaz de hacer por sus hijos.
Nancy es de escasos recursos económicos y durante 4 años ha trabajado en el cruce de las Avenidas México con Andahuaylas, barriendo las calles.
Como si este trabajo de por sí no fuese pesado, esta dama lo hace en horas de la madrugada.
La gran motivación e impulso de Nancy es su hija, quien aún se encuentra estudiando y está a poco tiempo de terminar su carrera universitaria. Por ella y por el orgullo de darle a su joven una profesión, Nancy sale a diario con brío a barrer las calles con mayor entusiasmo del que tuvo la noche anterior.
“A mi hija le falta menos de un año para acabar la universidad. Administración estudia ella.
Es buena, inteligente y con ganas de trabajar. A mí me faltan aún 20 cuadras para acabar mi jornada pero me acuerdo de mi hija y no hay nada que me detenga”, fueron las palabras de Nancy.
La historia de Nancy fue publicada, después de que otra trabajadora mexicana la conociera en la Avenida México. Tras una corta conversación decidió hacerle unas fotografías a la orgullosa madre y compartió su historia en las redes sociales.
“Conocí a Nancy justo cuando se disponía a tomar un descanso y un café. Debo decir que me dio una lección muy grande esa noche. Su sonrisa era sacada de otra realidad y su corazón tan puro como el de una niña. Volveré y la enseñaré lo linda que sale en sus fotos y le recordaré lo buena madre que es”, se lee en la publicación de Facebook.
Nancy es madre de tres hijos y tiene cinco nietos. Como ella, allá fuera existen muchas madres e incluso padres que hacen innumerables sacrificios diarios para darles una buena educación a sus hijos.
Esta historia como muchas otras de esos seres anónimos son las que deben incentivarnos a respetar y valorar más a nuestros propios padres. Quizás en igual o menor medida ellos también han tenido que sacrificar algo por nosotros y el agradecimiento siempre será lo mínimo que ellos merecen.
Esperamos que la hija de Nancy pueda valorar su esfuerzo y que si alguna vez transitas por las calles de la avenida México y ves la cara de esta humilde señora no olvides su historia y puedas al menos regalarle una gran sonrisa como la que ella regala a todos.
No te vayas sin compartir esta conmovedora historia con tus amigos ¡Bendiciones para ti Nancy, ejemplo de madre!