Cada vez que alguien es burlado, rechazado o es el blanco perfecto para malos chistes esa persona se ve afecta emocional y psicológicamente, aún más si tiene años intentando ganar la batalla contra seres que solo piensan en divertirse y pasarla bien haciendo sentir mal a otros.
Esta es la historia de Michele Maximino, una enfermera de Pernambuco-Brasil que ha enfrentado un largo proceso legal y emocional después de ser ofendida por un comediante.
Por años fue el centro de burlas por la labor que realizaba.
Michele es conocida en su país por ser la mayor donante de leche materna, durante muchos años ha donado más de 300 litros de su propio pecho a niños que por distintas razones no han podido ser amamantados por sus madres.
Una labor digna de admirar que Michele disfrutaba hacer para ayudar a los más vulnerables. Sin embargo, todo cambió para ella cuando un comediante llamado Danilo Gentili decidió burlarse públicamente de lo que hacía.
Los chistes del comediante afectaron emocionalmente a Michele.
El comediante la llamó “vaca” y realizó varios chistes despectivos sobre la gente de la comunidad donde vivía la enfermera. Desde entonces, Michele ha vivido una verdadera tortura, la gente la señalaba en la calle y le gritaban “la vaca de Gentili” entre otros apodos.
Desafortunadamente, sufrió de acoso y se convirtió en el blanco de burlas entre quienes veían como un chiste un noble gesto.
Tuvo que pedir ayuda psicológica para intentar revertir todo el daño que le habían hecho.
Esto fue el detonante para que la enfermera reaccionara y decidiera tomar el asunto legal. Todo el proceso judicial tardó 7 años pero finalmente consiguió la victoria, el Tribunal Supremo de Justicia de Brasil falló a favor de Michele.
Por años estuvo en una batalla legal hasta que por fin consiguió la victoria.
Gentili, otro comediante llamado Marcelo Mansfield, e incluso la cadena de radio y televisión Bandeirantes para que la trabajan, se les acusó de ser culpables de todo el daño moral y psicológico que sufrió Michele, debieron pagar una suma de $ 15.000. Al respectó Michele comentó:
“Estoy feliz, porque se ha hecho justicia. Es una victoria para mí, a favor de la lactancia materna, y una prueba de que se equivocó. Esto afectó mucho mi vida, porque tuve que dejar la ciudad donde vivía, tuve que tratarme con un psicólogo. Fue muy doloroso, pero intentamos vivir la vida”.
Tras años de lucha Michel encontró la tranquilidad que tanto necesitaba, no solo una victoria legal sino la satisfacción de saber que los comediantes lo pensaran dos veces antes de volver a burlarse directamente de alguien.
Para que quien la emite las bromas pueden ser solo chistes, un momento de satisfacción, pero detrás de cada palabra el mundo se desborona para quien la recibe y es centro de burla.
No hagamos algo incorrecto solo por llamar la atención, tus palabras pueden ser lanzas mortales para otros. Se prudente y tratémonos con respeto. ¡Comparte!