Solemos decir que el trabajo dignifica. Sin embargo, en muchas ocasiones, nuestra dedicación no se ve del todo retribuida, arruinando las expectativas que nos hemos formado a partir de nuestra propia dedicación. Como el caso de Dolores Agra Rodríguez, una luchadora mujer de 78 años en Coruña, España.
Dolores, a quien sus conocidos le llaman cariñosamente Loli, es conocida por ser la mujer que más tiempo ha rendido cuentas a la seguridad social de su país.
Aproximadamente desde los 14 años lo está haciendo, ya que desde muy pequeña se ha dedicado a laborar de independiente.
Esta noticia no es del todo satisfactoria puesto que Loli, quien se encuentra en proceso de jubilación, apenas recibirá como pensión menos de 1.000 euros.
Loli, quien pretendía dedicarse a viajar en estos años de descanso después de una vida de entrega y dedicación al trabajo, tendrá que renunciar a sus deseos, puesto que el producto de su cotización de por vida es muy por debajo de lo esperado.
En España el cálculo por cotización se basa en la cantidad de tiempo que se ha rendido cuenta al seguro social más la cantidad de dinero o cuota abonada. En el caso de los independientes, como es el caso de Loli, tienen la oportunidad de fijar su propia cantidad. Es muy común que los autónomos escojan coticen al mínimo.
“Lencería Marta” es el nombre del negocio en donde trabaja Loli, una venta de lencería que registró su hija, una jubilada de la banca. Dicha tienda está vendiendo todo lo que tiene por la pronta jubilación de la viejecita.
La necesidad en su familia, la precariedad económica, entre otras cosas, fueron las que llevaron a Loli a comenzar a trabajar a tan temprana edad.
“Tantos años trabajando y así le paga el sistema”, comentó indignado un internauta.
Según cuenta la mujer, piensa dedicarse a los pequeños placeres, como tomar café o pasear en la ciudad, porque viajar está muy costoso y con la pensión no podrá hacerlo, además, siendo joven logró viajar bastante con sus hijos que en ese entonces eran pequeños.
A propósito de sus trabajos anteriores, también eran del ramo de la lencería, solo que la de la época, es decir, botones, hilos y demás artículos para coser, nada como la lencería de estos tiempos.
Entre tantas cosas del negocio, puede verse colgado en la pared un reconocimiento: la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo, que le fue otorgada en 2016 por su larga trayectoria.
Aunque su familia no lo creía, tuvieron que ver para creerlo, cuando ella tuvo que asistir tímidamente al evento a ser congratulada por sus iguales del sector comercial.
No ha sido del todo insatisfactoria la experiencia de trabajo de Loli, quien no solo ha manifestado su indignación por lo que recibirá de pensión, sino que recuerda también sus mejores tiempos al frente del negocio.
Comparte esta inusual historia entre tus familiares y amigos, para que en vez de vivir para trabajar, trabajen más para vivir.