La solidaridad no conoce límites, como es sabido, pero tampoco tiene edad. Desde el corazón de un niño de apenas 11 años ha nacido una iniciativa muy especial.
Y es que, Obocho Peters, un estudiante de quinto grado de Brooklyn, Nueva York, se ha convertido en un empresario ejemplar y es el jefe de su propio negocio.
El joven ha inaugurado una tienda de ropa de segunda mano para niños de bajos recursos con la única misión de ayudar a las familias que menos tienen.
El noble proyecto comenzó siendo una tienda online de ropa y calzado en 2018, pero ya para diciembre de 2019 había logrado abrir su primera tienda física en el barrio Flatbush, de Brooklyn, apenas cumplió los 11 años.
Peters obtiene la mercancía a través de donaciones, y ninguna de las prendas supera los 10 dólares, por lo que representa una gran ayuda para las familias más desfavorecidas, a quienes ahora se les ofrece un buen mercado de ropa y calzado asequible, lo que mejora la calidad de sus vidas.
Obocho el niño emprendedor
“Ha sido una excelente opción para las familias menos favorecidas. Nos provee de ropa y calzado de calidad, a un costo muy por debajo de lo usual”, dijo un cliente de la tienda.
En cuanto a las ganancias, la política de empresa tiene como objetivo devolver parte de estas a la comunidad invirtiendo un porcentaje en la provisión de seminarios gratuitos de educación financiera, orientados a enseñar a los padres y a los niños cómo ahorrar para la universidad u otros emprendimientos.
La idea surgió en la mente de Obocho por primera vez cuando fue al cine a ver una película de superhéores y querer comprar todos los personajes.
Obocho se dio cuenta de que su madre no podía comprarle todo lo que él pedía y, en lugar de armar un berrinche, llegó a la conclusión de que otras familias como ellos podrían tener el mismo problema y quiso hacer algo para ayudar.
“Debemos escuchar a los niños cuando se les ocurran ideas y debemos prestar atención a todo lo que dicen, porque nos están diciendo cómo prepararlos para que sean una mejor versión de sí mismos”, aseguró Sasha Peters, la madre de Obocho.
This 11-year-old runs a thrift shop to help low-income families save for their kid's college fund.
Meet @iamobocho👇 pic.twitter.com/cJA7tl6fp4
— QuickTake by Bloomberg (@QuickTake) February 9, 2020
Definitivamente, es así, la opinión de los niños cuenta. Si los escuchas les estarás enseñando que una de las principales reglas y valores de la vida es escuchar a nuestros semejantes, tomarlos en cuenta para asimilar los mensajes que ellos nos transmiten y crear un flujo de sana convivencia. Si atiendes a sus sentimientos y criterios ellos también atenderán a los tuyos.
Asimismo, incluirlos en las decisiones familiares que se toman les aumenta la autoestima, hace que se sientan felices e importantes para sus seres queridos y los motiva a realizar grandes cosas, pero, sobre todo, a ser cada día mejores personas.
Comparte esta hermosa historia de nobleza y solidaridad con el prójimo con tus amigos y familiares, y a si a tu hijo se le ocurre una buena idea, ayúdalo a cumplirla y hazle saber que la llevaste a cabo porque él te la dijo y te motivó a hacerla realidad.