A pesar de la emancipación femenina que ha echado por tierra algunas tradiciones consideradas “antiguas formas de sumisión al hombre”, para muchas mujeres, el día de su boda sigue siendo el día más importante de su vida.
Cada pareja tiene su propia forma de dar el sí. La mayoría opta por la típica fiesta con invitados que incluye un pastel, salón y un vals.
Sin embargo, a veces la presión hace que las novias sean un poco exigentes en busca de la adrenalina y originalidad. Esta boda que te traemos hoy no es la excepción, ya que la novia transgresora de este relato, hizo una petición a sus invitados, tan peculiar como incómoda.
Es común para los estadounidenses pedir préstamos a los bancos para financiar los estudios, todo bajo condiciones muy estrictas de endeudamiento, lo que muchas veces significa un gran sacrificio para algunos quienes, en su desesperación por acceder a una educación de calidad, recurren a los métodos más insospechados.
Precisamente, una de estas mujeres y futura esposa acorralada por las deudas es nuestra protagonista que, viéndose con la soga al cuello y perseguida por los acreedores, decidió dejarse de tonterías y le pidió a sus invitados, que en lugar de darle regalos inservibles, colaboren en metálico para pagar su deuda universitaria.
La novia publicó sus dudas sobre pedir o no como regalo de boda dinero para pagar su deuda
“Me preguntaba si hay alguien con experiencia en impuestos aquí. Tengo una gran deuda de estudiante y estoy planeando casarme pronto. En lugar de un típico registro de bodas pidiendo un montón de productos al azar, estaba pensando en hacer un enlace a mi cuenta o algo por el estilo, donde los invitados puedan hacer una contribución para pagar los préstamos”, publicó la novia.
Según parece, la deuda asciende a la astronómica suma de 60 mil dólares, una cantidad absurda para la chica, quien considera imposible pagar este gasto de otra forma que no sea con la colaboración de los asistentes a su boda.
Sin embargo, dando por cierta la recaudación de la suma, su preocupación derivó hacia si los posibles 60 mil dólares son tributables y si tendría que pagar impuestos.
Vaya comentario descortés, ¿no te parece? De hecho, varios usuarios de las redes, al ver su requerimiento, respondieron que la idea de pedir dinero a la gente en pleno día de su boda era bastante desagradable.
“Oh por dios, por favor no hagas esto. No hay nada cortés en pedirles a sus invitados donaciones para su casa/ luna de miel/ deuda estudiantil. En cambio, no hagas ningún registro y recibirás dinero. Creo que podrías estar esperando demasiados regalos.
No conozco a tus invitados o cuántas personas asisten, pero esperar 60 mil dólares en regalos es una cantidad enorme. Realmente baja tus expectativas”, escribieron en la publicación.
Como decíamos al principio de la nota, el día de la boda es importante, no lo negamos. Sin embargo, lo es más conservar la amistad y mantener el respeto hacia quienes amamos.
Si tienes un amigo que se está pasando de la raya, hazle entender que, hasta la petición más estrafalaria puede ser concedida si sabemos cómo plantearla. Todo gira en torno al modo en que piden las cosas.
¿Tú le darías el dinero a esta chica para que pague su deuda?
Comparte esta historia con tus familiares y seres queridos y nunca veas las relaciones personales como mercantiles. No funcionan con la misma dinámica. Sé asertivo y cuando hagas o pidas un favor a tu familia, ten la conciencia suficiente para saber en qué momento y de qué forma lo haces.