Cuando las flechas de cupido se hunden en nuestros corazones y nos llega el amor, no hay obstáculos que logren impedir mostrar nuestros sentimientos. El amor nos ilusiona, nos eleva y nos hace creer que todo es posible.
Visto desde cualquier punto de vista: filosófico, literario, científico o incluso, religiosamente, el amor es un evento extraordinario en la vida; porque es sufrido, pero es benigno; no conoce de envidia, no es jactancioso, no desaparece.
Y sí, soñamos y queremos creer que ese amor es el que todos experimentaremos, que recibiremos y sabremos dar con todo nuestro ser. Pero, ¿somos realmente capaces de ser consistentes al manifestar este sentimiento de la manera casi utópica en la que se lo describe?
Me gusta pensar que sí, y esta pareja de abuelitos de esta historia no teme ponerse por encima de lo que sea y amarse sin medida, a pesar de los tiempos que corren.
La pandemia sigue teniendo en jaque a millones de almas, las mismas que se han visto confinadas en sus hogares para prevenir el contagio, siendo, precisamente los adultos mayores el grupo etario de más alto riesgo de contraer el virus mortal.
Nadie escapa a esta cruda realidad. De hecho, México se encuentra actualmente en la llamada Fase 3 de la pandemia de coronavirus, entrando peligrosamente a los 6.708 contagiados y 2,507 fallecidos.
“La cuarentena que duraría hasta el 19 de abril, se extenderá, al menos, hasta el 30 de mayo”, indicó el subsecretario de Salud.
En medio de este aislamiento, en Ciudad Obregón, México. Una pareja de ancianitos celebró otro aniversario de bodas, pero, esta vez de una manera muy diferente: sin familiares ni amigos que estuvieran allí para acompañarlos, debido a la emergencia sanitaria.
Lo que no sabían los abuelitos es que no estaban tan solos, ya que sus hijos y demás familiares no iban a dejar que tan magna fecha pasara desapercibida y les prepararon una inolvidable sorpresa muy especial.
En un vídeo que se difundió en las redes sociales, se ve a la pareja bailando en la terraza de su casa al ritmo de la canción “Tuyo es mi corazón”, que un trío de mariachis se encargó de interpretar desde la distancia, en la calle, a pocos metros del par de enamorados.
Al escuchar las primeras notas y ver a su familia reunida desde lejos, emocionados, los eternos amantes saludaron a todos sus seres queridos mientras, abrazados, cachete con cachete bailaban al son de los guitarrones, las trompetas y los aplausos de sus hijos que grababan el hermoso momento.
No sabemos su nombre pero nos inundan de alegría el corazón
“Los quiero. Ya nos vamos a juntar todos”, dijo la feliz abuelita.
La ternura que emana de las miradas de estos dos seres que nacieron para estar juntos nos llenan de aliento y esperanza en medio de la brutal situación que vive el mundo con esta terrible e inesperada enfermedad del coronavirus.
Es la panacea que nos hace falta para sobrellevar estos tiempos oscuros y difíciles que nos han tocado vivir y que no son gratis, ya que, más temprano que tarde, sabremos con lujo de detalles cómo fue que se desató esta pandemia que nos mantiene en vilo a propios y a extraños.
A pesar de los tropiezos que la vida muchas veces nos interpone, siempre hemos pensado que el Amor, así, en mayúsculas, todo lo puede. Mientras su anfitrión sepa apagar lo negativo, lo que contamina, lo que no sirve, entonces ese sentimiento compartido fluirá eternamente.
Comparte esta bella historia con tus seres queridos y hoy, más que nunca, ¡que viva el amor!