El caso de Hilda, de 86 años, y Hugo de 92, conmovió no solo a su país natal, Argentina, sino a millones de personas en las redes. Los ancianos vivían con uno de sus hijos que tiene problemas de conducta, sin esperarlo, por su irresponsabilidad fueron desalojados de su vivienda.
Tuvieron que sacar parte de su mobiliario y almacenarlo en un trastero que Hugo, hijo de la pareja, alquiló para ese fin. Ese mismo día, el pasado 5 de junio, llevó a sus padres a almorzar a un bar y les aseguró que volvería enseguida, pero jamás regresó.
Hilda y Hugo permanecieron en el bar del centro de Rosario durante más de siete horas esperando, el personal del establecimiento se percató de la situación y alertó a la policía.
Trasladaron a la pareja a una comisaría y ahí contactaron a Raúl, otro hijo de los ancianos que hace años rompió su relación con Hugo.
Desde entonces, Hilda y Hugovivieron en casa de su hijo Raúl que residía con su esposa y sus dos hijos. Pero las condiciones no eran las mejores para ellos que anhelaban tener privacidad y no sentirse como una carga.
Raúl tiene problemas económicos, aseguró ante los medios de comunicación que no podía hacerse cargo de sus padres que permanecieron hacinados en su casa durante casi cuatro semanas de incertidumbre.
“Tuve que darles mi habitación a mis viejos. Son dos personas mayores que necesitan su espacio. Duermo en el salón con mi mujer, tengo dos hijos grandes, sus amigos no pueden venir a casa. Se trastornó todo y tenemos poco espacio. Pero lo peor de todo es que no me alcanza para nada el dinero. Yo soy la única fuente de ingresos de este hogar y ahora son dos bocas más para darles de comer. Mi hijo se quedó sin trabajo”, declaró Raúl en una entrevista que ofreció.
Finalmente, los ancianos encontraron un nuevo hogar en una residencia de mayores de la zona sur de la ciudad argentina.
“Están felices, contentos. Lo primero que me preguntó Hilda era si estarían juntos en la habitación y les dijimos que sí”, dijo Gabriela Alabern, directora del geriátrico Hogar Español donde vivirá la pareja.
La residencia de mayores es una organización civil sin fines de lucro que ofrece alojamiento a 76 ancianos, algunos están subvencionados por el gobierno de España; otros por distintas instituciones.
La directora de la residencia expresó: “Nos pareció que este caso era uno más para dar una mano. Hemos hablado con su hijo y le ofrecimos que sus padres vinieran al hogar. Esperaremos que alguna institución nos apoye, sino los atenderemos de corazón”.
Hilda expresó que se siente feliz al tener un lugar donde vivir después de enfrentarse a la dolorosa experiencia del abandono de su hijo.
“Nos sentimos perfectamente bien, contentos y como digo, es un hogar que soñábamos, ya que no teníamos. Estamos juntos, estamos felices, ¿qué más se le puede pedir a la vida? Compartir las horas que vienen”, dijo Hilda.
Hasta el momento no se han conocido detalles del paradero de Hugo, el hijo que abandonó a sus padres ancianos engañándolos. Afortunadamente la pareja de ancianos está bien atendida y en la calidez de un hogar, comparte el desenlace de este caso.