El 27 de abril, Tomás Gimeno ejecutó su plan: hacer sufrir a Beatriz Zimmermann, su ex pareja y madre de sus hijas, Anna y Olivia de 1 y 6 años. Antes, la amenazó diciéndole que pensaba huir con ellas.
El parricida quiso simular ante las personas de su entorno que se fugaría a otro país con sus hijas, nunca pensó que descubrirían que acabó con su vida y lastró sus cuerpos al mar.
Al levantarse el secreto de sumario tras el hallazgo del cuerpo de Olivia el pasado 10 de junio, se reveló el auto judicial en el que dice que Tomás Gimeno habló con su pareja de sus planes.
La pareja sentimental de Tomás Gimeno, directora de un centro de idiomas al que acudía su hija Olivia a recibir clases de alemán, conocía su intención de no devolver a las niñas.
La tarde del día de la desaparición de Tomás con las niñas, él le entregó una caja y le pidió que no la abriera hasta la madrugada. Ella lo hizo en horas de la tarde, encontró en el interior de la caja dinero en efectivo y una carta en la que le contaba que pretendía sacar a sus hijas del país.
Tomás Gimeno la contactó por teléfono, su pareja lo increpó y le dijo que cómo vivirían las niñas sin la presencia de su madre, él le respondió que a pesar de que al principio les costaría lograrían acostumbrarse a estar solas con él.
No transcurrió mucho tiempo después de esa conversación cuando el teléfono móvil de Tomás Gimeno perdió repentinamente la señal.
Según los indicios de la investigación, Tomás Gimeno se habría arrojado al fondo de mar lastrado con un cinturón de buceo de 8 kilos de plomo.
El periodista español Nacho Abad, dijo que la pareja de Tomás sabía desde el día de la desaparición que él no quería devolverle las menores a la madre, tal como habían acordado y no lo denunció ante las autoridades.
Poco después se ordenó una orden internacional de captura en su contra y comenzó un operativo de búsqueda sin precedentes.
Cuando Beatriz Zimmermann acudió a la Guardia Civil ya era demasiado tarde para evitar que Tomás Gimeno les causara un injusto y trágico desenlace a sus dos hijas.
Él, se ocupó de despedirse de las personas más cercanas de su entorno, su pareja sentimental debió alarmarse al abrir la caja con dinero y la carta. Algunos juzgan su reacción cuando se enteró de que estaba a punto de cometer el delito de sustraer a sus hijas sin el consentimiento de la madre.
Asimismo, estaría vulnerando los derechos de sus hijas, privándolas a la fuerza de la presencia de su madre.
En una emotiva carta, Beatriz Zimmermann, pidió que la muerte de sus hijas no fuera en vano, dijo que el nuevo sentido de su vida es ayudar a otras familias a prevenir. Comparte esta noticia.