Skyla Giller era el nombre de la pequeña que perdió la vida tras haber estado durante 10 días luchando por su vida tras caerse de cabeza al suelo. Estaba en brazos de la mujer que la cuidaba ya que el Gobierno de Reino Unido consideraba que su madre biológica no podía cuidarla.
La bebé de 10 meses fue sometida a una cirugía de cabeza de urgencia cuando entró al hospital, después de impactar contra el suelo.
Su madre biológica, Sarah Giller, fue llevada al hospital para dar el consentimiento de desconectar las máquinas, ya que los doctores dictaminaron que nada podía hacerse para salvar a la pequeña.
La pequeña nació prematura pero era muy sana.
La bebé vivía con una familia adoptiva.
“Pensé que mi bebé estaba a salvo con su familia cuidadora”, se lamentó la mujer de 30 años y madre de 4 niños.
“Son el tipo de gente que una espera que sea capaz de cuidar un bebé. Le fallaron a mi hija y el Estado puso a mi hija en peligro” acusó la madre de Skyla.
Sin embargo, dejó que los padres cuidadores de la bebé, una pareja de unos 30 años, presenciara los momentos finales de la bebé.
“Quiero que vean lo que han hecho”, dijo “Estaba junto a Skyla, “Me senté al lado de Skyla, acariciando su cabeza y sosteniendo su mano. Y fueron pocos segundos hasta que falleció”.
“Estaba absolutamente devastada y todo lo que pude hacer fue abrazar a mi hija y mantener el ambiente lo más pacífico posible por el bien de Skyla”.
Su madre no puede creer que no hayan cuidado bien a su hija.
El accidente que tuvo con la madre cuidadora le provocó daños en su cerebro. “Estaba muy enojada y le pregunté cómo llegó a estar en esa situación. ¿Cómo pudo dejar caer a la bebé?”.
A la madre no le dieron más información de lo que pasó. Ni la Policía ni los asistentes sociales.
Por eso, publicó en las redes sociales fotos de Skyla en el hospital porque temía que las autoridades quisieran ocultar el hecho.
La pequeña fue operada de urgencia pero los doctores no pudieron salvarla, el daño era muy grande.
La bebé nació prematura a los 8 meses y si bien estuvo unas semanas internada en el Leeds General Infirmary, era una niña sana.
Cuando el Estado decidió sacarle la custodia de la bebé por considerarla problemática y con un pasado complicado, la madre biológica apeló la decisión pero perdió. “Teníamos una relación muy cercana y la veía todos los días de la semana”, contó luego.
“Los asistentes sociales me hicieron dar falsas esperanzas y me decían que algún día podría llevarla a casa”. Sin embargo, la joven madre dejó de visitarla en abril.
Entonces, diez días antes de la muerte de la bebé, le comunicaron que la pequeña estaba internada y estaba muy mal.
Su madre biológica publicó las fotos en las redes sociales por miedo a que ocultaran el caso.
Inmediatamente fue a ver a su hija. “Estaba devastada. Estaba llena de tubos y cables saliendo de su cabeza, nariz y boca con una enorme señal en la cabeza producto de la cirugía”, contó.
“Tenía su cabeza muy inflamada y tenía un ojo morado. Dos trabajadores sociales estaban conmigo y no me dijeron nada, excepto que estaba muy mal”.
Si bien la madre cuidadora atestiguó que se le cayó la bebé, la Policía sigue investigando.
La partida de la bebé dejó devastada a su madre.
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