El coronavirus ha enlutado la vida de muchas personas pero unos hermanos están enfrentando una tragedia cuádruple al perder a todos sus abuelos a causa del virus mortal.
Los belgas Kevin Luwel, de 33 años, y Kenneth, de 28 años, no terminaban de recuperarse de la partida de uno de sus abuelos cuando debieron ver cómo la enfermedad les arrebataba la vida a los otros 3 ancianos.
Jacqueline Cuypers (izquierda) y Eduard Luwel (derecha) abuelos paternos de los hermanos Kevin y Kenneth.
El primero en sucumbir ante el COVID-19 fue el abuelo Eduard ‘Warkel’ Luwel, de Rummen, quien tenía 86 años y estaba bajo tratamiento de diálisis renal. Para la familia, el hombre pudo haberse contagiado durante la diálisis y falleció el 31 de marzo.
La esposa de Eduard, Jacqueline Cuypers, de 80 años, acababa de recibir la noticia sobre la muerte de su compañero de vida cuando ella también fue diagnosticada con el virus.
Jacqueline fue ingresada al hospital con problemas respiratorios y sólo 9 días después murió aislada en el centro de salud.
“Allí estaba sola en su habitación, luchando por su vida, mientras tenía que lidiar con la muerte de su esposo. Eso fue un infierno para nosotros como familia. Podríamos llamar y chatear por vídeo con ella, pero todavía así. Eso no era lo mismo”, dijo Kevin.
Kevin y Kenneth quedaron devastados con la noticia, pues creían que su abuela sobreviviría. Sin embargo, aún les faltaba atravesar por más noticias dolorosas
Dos semanas después de esta última partida, los hermanos debieron enterarse que sus otros dos abuelos también se habían contagiado de COVID-19.
Jef Vanhaeren, de 84 años, y su esposa Dora Jooken, de 80, habían contraído coronavirus y ante la experiencia anterior Kevin y Kenneth no paraban de orar por sus vidas.
Pese a que la familia se aferraba a la esperanza de que sobrevivieran, el abuelo Jef fue el tercero en fallecer.
El hombre murió en su casa, tras negarse a acudir a un hospital y pasar allí sus últimos días. Sólo un mes después murió la abuela Dorah, quien tampoco pudo despedirse de sus nietos pues murió sola en su casa.
Aunque para muchos perder a todos tus abuelos con semanas de diferencia es algo poco probable, esta es la realidad a la que se han enfrentado este par de hermanos.
“Cuando perdimos al primero, por supuesto estábamos tristes, pero realmente nos golpeó cuando perdimos al segundo. Cuando sucedió por tercera vez, se volvió incomprensible. Pero ahora con la cuarta muerte es demasiado. Demasiado, demasiado rápido”, dijo Kevin.
Para estos hermanos lo más difícil ha sido saber que esos cuatro seres que entregaron sus vidas por la crianza de sus hijos y nietos hayan tenido que pasar sus últimos días solos debido al aislamiento.
Ningún familiar logró tener contacto con Dorah y Jeff después de ser diagnosticados, mientras que a los otros esposos no los vieron más hasta que entraron al hospital.
Esta es la cruda realidad por la cual han atravesado miles de familias en los últimos meses, sólo esperamos que las almas de estos abuelos logren descansar y que sus seres queridos logren reponerse, comparte esta historia y envía tus oraciones a este hogar.