El coloso británico del turismo, Thomas Cook, pone fin a su hegemonía en las ventas de paquetes en Europa tras su estrepitosa quiebra, después de 178 años de existencia.
Presente en más de 15 países y con una plantilla de unos 22 mil empleados, cabe preguntarse cómo es que una empresa multinacional con más de 600 sucursales, alrededor de 200 hoteles y un centenar de aerolíneas propias, pudo llegar a enfrentar una debacle financiera de tal magnitud.
La respuesta es muy sencilla: su abultada deuda. En el primer semestre fiscal de 2019, el acumulado superaba los 2 mil millones de euros. Pero la gota que derramó el vaso fue el fracaso a la hora de asegurar 227 millones de euros, necesarios para acometer un plan de rescate urgente de unos 1.200 millones.
“Absolutamente entristecedor, disfruté de tres períodos vacacionales en Thomas Cook y nunca tuve un problema. Lo siento por el personal que ahora está desempleado debido a las circunstancias de una gestión extremadamente mala durante décadas. Gracias por los recuerdos TC”, escribió un nostálgico internauta.
“Hemos pasado unas vacaciones increíbles con Thomas Cook. Ahora, nuestras vacaciones para mayo de 2020 han sido canceladas, gracias por todos los increíbles recuerdos, es una pena que nadie ni siquiera nuestro gobierno pudiera ayudarte a salir adelante”, comentó una entristecida viajera.
Solo aquellos viajeros que hubieran contratado un paquete vacacional se hallan protegidos y cubiertos, pero aquellos que solo contrataron sus vuelos deberán correr con los gastos de su propio bolsillo. No obstante, el Ministerio de Transporte británico se ha comprometido a cubrir lo que haga falta.
Los viajeros están consternados