Los niños son personas con una creatividad única, y unas ocurrencias que, muchas veces ponen a los padres en serios problemas.
Esta historia nos trae a Eli, un ingenioso niño de 2 años que aprovechó que su madre salió de la habitación para hacer una obra de arte con una crema espesa sobre la pantalla de un televisor de 2.100 dólares.
Dejar a los más pequeños de la casa solos con una crema a su alcance de su mano es sinónimo de peligro. ¡Son muchos los inventos que pasan por sus inquietas cabecitas!
Sarah Wruck, madre de cuatro hijos, Oliver, de 13 años, Noah, de 8 años, Eli de 2 años y Ben de 1 año, dejó a Eli y Ben en la sala de estar mientras ella fue a la cocina a preparar rápidamente la cena.
Pero no habían pasado más de cinco minutos, cuando su madre escuchó la risa traviesa de sus hijos proveniente de la habitación de al lado. Cuando les preguntó qué estaban haciendo, Eli respondió desde la puerta que estaba pintando.
Sarah no perdió tiempo y fue inmediatamente a ver lo que estaba sucediendo, cuando llegó a la habitación no podía creer lo que habían hecho en tan sólo unos minutos.
La pantalla del televisor estaba cubierta con una capa gruesa de crema para pañales que había dejado sobre una mesa de cambio.
“Cuando vi lo que pasó, grité. No lo podía creer. Estaba experimentando una combinación de risa y llanto. No podía creer cuánto daño había hecho en tan poco tiempo. Me había ido hace menos de cinco minutos”, dijo Sarah.
Sarah admitió que se imaginó que algo estaban haciendo porque estaban demasiado tranquilos y silenciosos, pero jamás se imaginó que su hijo utilizaría la pantalla como lienzo y la crema espesa de pañales como pintura.
“Le encanta el arte. Garabateó en las paredes antes con rotuladores, y para él esto era pintura. Parecía estar muy orgulloso de lo que había hecho”, añadió Sarah
Tardaron más de una hora en quitar la crema. Sarah usó paños secos, detergente y limpia cristales hasta que, finalmente logró quitarlo todo mientras que el padre bañaba al niño.
“La crema de pañales parece ser una de esas cosas con las que los niños pequeños les encanta jugar, no tengo idea de por qué. Nunca se sabe con los niños, y por lo que he aprendido, el silencio es lo más peligroso«, dijo Sarah.
Afortunadamente, la televisión encendió y funcionó normalmente. Los padres del pequeño supieron reconocer que a esa edad dan rienda a suelta a la creatividad y hay que mantenerlos vigilados de forma permanente.
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