Ona Carbonell, de 29 años, se ha convertido en la atleta que ha sido acreedora de más medallas en la historia de los Mundiales de natación.
Este miércoles la nadadora española ganó la medalla de plata en la final de solo libre de los Mundiales celebrados en Gwengiu, en Corea del Sur. El premio se suma a las 23 medallas mundiales que la deportista olímpica ha ganado.
Para Ona es una gran satisfacción ser la mujer que ha ganado más medallas en la historia de los Mundiales de esta disciplina deportiva.
Ella procura abarcar la mayor parte de la piscina posible, nadar lo más que pueda fuera del agua, y completar los elementos de la forma más geométrica. Además, otro mecanismo que emplea en las competiciones es practicar apnea hasta que el cerebro y los pulmones lo resistan.
Recientemente, Ona ganó la medalla de bronce junto al equipo de España, en la rutina de ‘Hightlight’ siendo esta su vigésima medalla de esta nominación.
Incluso Ona ha superado el desempeño de reconocidos atletas. Con este último premio, Ona supera a la nadadora sincronizada rusa Natalia Ischenko, quien entre el período de 2005 y 2015 ganó 21 medallas en Mundiales. Además, superó a la nadadora rusa Svetnala Romashoeo, de 19 años.
Ona confesó cómo comenzó su relación con el agua cuando era apenas una niña y pasaba horas en la cala de Murttar, en Mecorda. Ella se encontraba consigo misma en ese lugar, aseguró que sentía una armonía interior inexplicable. Desde entonces descubrió que su mayor pasión era nadar.
En su última competición ofreció una interpretación sublime, y cargada de sentimientos del clásico tema de James Bron: It’s a Man’s World.
La canción habla de que Dios hizo los trenes, los barcos, la energía eléctrica y el arca de Noé. La coreografía sorprendió y emocionó a todos los presentes, ella simplemente con su cuerpo y su éxtasis se esforzó para hacer una actuación espectacular.
Hizo las figuras pautadas de una manera extraordinaria demostrando sus piernas de ballet, con giros y elevaciones sobre el agua ganó su último reconocimiento con 94,5 puntos. En su rostro se refleja la pasión con la que Ona hace cada movimiento.
La joven atleta ha logrado romper un récord mundial gracias a su constancia y disciplina y por su puesto a la rutina que establece para garantizar que su cuerpo se mantenga en la forma física deseada.
Ona opta por alimentarse muy sanamente, consumir zumos ecológicos, y entrenar arduamente.
“En mi deporte, las semanas de alta competición se concentran mucho en un período corto de tiempo. Por este motivo, tienes que ser muy constante durante todo el año para llegar a punto esas semanas. La disciplina que hay que tener durante los días de competición es muy grande”, relató Ona en una entrevista.
“Intento llevar una rutina muy organizada y que no haya nada que me despiste de lo realmente importante: la competición”, agregó.
Además, resaltó que en la natación sincronizada es tan importante la preparación mental como la física.
“En este deporte te juegas cuatro años de trabajo en dos minutos cuarenta y cinco segundos, que es una final olímpica. Es mucha presión, mucha responsabilidad, mucha concentración. Por eso, trabajamos mucho la mente”, concluyó.