El coronavirus ha afectado directa e indirectamente a toda la población mundial, la emergencia sanitaria sin precedentes ha generado cambios importantes en el protocolo de atención médica y en la interacción familiar y social.
Xander Deeley es un niño de 3 años que lucha contra el cáncer cerebral que le diagnosticaron.
En junio del año pasado comenzó a presentar mareos, vómitos y dolor de cabeza, los síntomas empeoraron notablemente. Presentó problemas de equilibrio y sentía dolores insoportables que incluso le impedían dormir.
Los médicos inicialmente atribuyeron los síntomas a una infección de oído, pero tras pruebas adicionales en el Hospital Heartlands de Birmingham, Inglaterra, confirmaron que padecía cáncer cerebral.
Jo y Matt, padres del niño, quedaron devastados con el diagnóstico. Xander fue sometido a tres operaciones y empezó a recibir un tratamiento de quimioterapia que lamentablemente no tuvo los resultados esperados.
A mediados del pasado mes de marzo los médicos les dijeron a sus padres que el cáncer estaba en etapa terminal.
De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, el diagnóstico de Xander, ependimoma anaplásico de grado tres, es el más grave, los tumores crecen rápidamente. Incluso uno de ellos está envuelto alrededor de su tronco encefálico.
“Eso básicamente controla todo. El flujo de mensajes del cerebro al resto del cuerpo, y las funciones básicas como la respiración, la deglución y la conciencia”, explicó Jo.
La madre de Xander agregó que es muy peligroso hacer una intervención quirúrgica en la zona, un movimiento equivocado podría dejar a Xander en estado vegetativo.
El tratamiento de quimioterapia resultó ineficaz, se convirtió en una alternativa para alargar la vida de Xander, pero no para curarlo.
Jo y Matt intentan crear recuerdos junto a su hijo en su vivienda en la región de West Midlands, en Inglaterra. Lo más probable es que pasen en confinamiento los últimos días de su hijo.
La madre de Xander instó a los demás a mantenerse seguros en sus casas y a valorar cada momento compartido con sus seres queridos.
“Me molesta cuando veo a la gente quejándose por estar encerrados en casa mientras el país está en confinamiento. Mucha gente saldrá de esto y un día podrán recuperar su vida normal”, dijo Jo.
“Pero para nosotros no será así. No es probable que mi hijo esté con vida cuando pase todo esto”, agregó la madre.
Jo, Matt y Elora, la hermana mayor de Xander, han permanecido unidos en medio del dolor que embarga su corazón al ver cómo se desvanece la vida de Xander. Esperan que todos cumplan las medidas de confinamiento para proteger a las personas más vulnerables.
También, instan a otros padres a agradecer la presencia de sus hijos en vista de que algunos se quejan porque las escuelas están cerradas.
“Sí, puede ser difícil, pero estar cerca de ellos las 24 horas, los 7 días de la semana mientras las escuelas están cerradas también puede ser una oportunidad para crear recuerdos. Tenemos que atesorar cada momento con nuestros pequeños”, dijo Jo.
Matt Hancock, secretario de salud de Gran Bretaña, advirtió que podrían ampliar las restricciones si parte de la población sigue ignorando las medidas de distanciamiento social.
Su testimonio ha tocado el corazón de muchas personas, y las advertencias que hace a otros padres merecen ser compartidas, no te vayas sin hacerlo.