Lady Di, la eterna «Reina de Corazones», fue una mujer francamente hermosa, pero a pesar de su belleza, su elegancia y su increíble humanidad, su elección de ser la primera esposa de Carlos, príncipe de Gales y heredero de la corona británica, supuso un camino lleno de espinas y dolor, que acabó en su trágica partida, en el año 1997.
Su mayor bendición y orgullo fue haberle dado dos hijos al ahora rey Carlos, pero nunca imaginó que tendría que enfrentar a una tercera persona dentro de su matrimonio, Camila Parker-Bowles.
Hubo un día, en el año 1989, que marcó un antes y un después en ese tormentoso triángulo amoroso, y que la misma Diana recordó en una entrevista que dio la vuelta al mundo.
Lady Di tuvo la valentía de enfrentarse a Camila, la amante de su marido, con palabras que nadie se atrevería
Era el 2 de febrero, cuando Annabel Elliot, la hermana de Camila, cumplía 40 años. Por supuesto que estaba prevista una gran celebración por todo lo alto, y la princesa de Gales, que en ese momento llevaba -o más bien «sobrellevaba» 8 años de casada con Carlos-, estaba invitada.
Y es que, no haber incluido a Diana en la lista habría sido una descortesía por parte de Camila, aunque se tratara de la mujer de su amante.
Así que, ya que numerosas personalidades de la sociedad británica estarían presentes, los príncipes de Gales no podían faltar.
Para ese momento, el matrimonio de Carlos y Diana ya pasaba por serias grietas por dentro, pero cara a las cámaras era todo lo contrario.
De hecho, Camila y Annabel pensaron que al ser Carlos un amigo «muy personal» de su familia acudiría solo. Sin embargo, Lady Di supo que aquella podía ser la oportunidad perfecta para tomar el toro por los cuernos y poner las cartas sobre la mesa en relación a la infidelidad de su marido, que campeaba.
«Nadie esperaba que apareciera en la fiesta, pero una voz interior me decía ‘tienes que hacerlo’… Pero tenía terror», confesó la princesa Diana en una entrevista para Andrew Morton.
Una vez ya en la velada, tras la cena, los invitados se dirigieron al piso superior. Todo dio un giro inesperado cuando la princesa Diana notó de inmediato la ausencia de su marido y de una de las anfitrionas. No dudó en preguntar por él, pero algunos invitados le recomendaron no bajar.
“Solo voy a buscar a mi marido. Me gustaría verle”, contestó Diana.
En el piso de abajo, encontró a su marido con Camilla charlando con un tercer hombre. Fue entonces cuando se dirigió a la amante de su marido y sin titubear le dijo: “Me gustaría hablar contigo, si no te importa”.
Se quedaron a solas, y a Camila no le quedó otra opción que acceder. Entonces, la princesa Diana fue contundente:
“Camilla, me gustaría que supieras que sé exactamente lo que está sucediendo”.
Pero, la duquesa de Cornualles en un principio lo negó todo: “No sé de qué me estás hablando”. A lo que la Reina de Corazones añadió: “Sé lo que está pasando entre tú y Carlos, y solo quiero que lo sepas”.
Fue entonces cuando Camila tampoco desaprovechó la oportunidad que se le servía en bandeja y le contestó sin imaginar la astuta reacción de la princesa Diana:
«Tienes todo lo que siempre has querido. Tienes a todos los hombres del mundo enamorados de ti, tienes dos hermosos hijos, ¿Qué más quieres?”.
«Quiero a mi marido», dijo Diana tajantemente.
En ese momento, sabiendo que la situación podía desembocar en una pequeña tragedia, llegó gente a interrumpir al par de mujeres, pero antes de que todo se disipara, Diana aún tuvo tiempo de cerrar el tema:
“Siento si estoy en vuestro camino. Debe ser un infierno para vosotros dos, pero sé lo que está ocurriendo. No me traten como a una idiota”.
La «Princesa del Pueblo», que en este mes ha cumplido 25 años de fallecida, tras ese trágico accidente que marcó al mundo, relató esa conversación de pesadilla que tuvo con la amante de su esposo, y reflexionó:
“Lloré como nunca antes había llorado. Fue ira, fueron siete años de ira reprimida saliendo a la luz. Lloré y lloré y lloré. Pero, a la mañana siguiente, me desperté y me sentía diferente. Un cambio, un cambio tremendo. Hice algo, dije lo que sentía. Todavía los celos y la ira seguían dando vueltas, pero no era tan mortal como lo había sido antes”.
El príncipe Carlos y la princesa Diana se divorciaron en 1996 después de una carta enviada a la pareja por la difunta reina Isabel II, donde les aconsejaba terminar su relación.
Se sabía perfectamente que Camila y Carlos se amaron desde siempre, pero la reina no permitió su unión por no considerarla digna de la monarquía. El pecado más grave de la monarca que le costaron tantas lágrimas a Lady Di.