No hay nada más duro que enfrentar la pérdida de un ser querido. A la familia Johnson las medidas de aislamiento social y cuarentena por la pandemia les ha quitado la oportunidad de brindar un último abrazo a un ser querido.
Ya han logrado diagnosticar más de 6 millones de casos de coronavirus en el mundo.
Rene Johnson era un querido padre familia. Fue ingresado en el Centro Médico Católico después de presentar alarmantes síntomas de coronavirus como dificultades para respirar.
Su familia y él siempre han sido muy unidos, así que se negaron a separarse en medio de un momento tan crítico. Sus cinco hijos acudieron al estacionamiento para poder ver a Rene a través de la ventana.
Rene vivía en New Hampshire en los Estados Unidos.
Lamentablemente, su condición de salud era tan dura que debía permanecer en la cama. Fue entonces cuando los Johnson comenzaron a desarrollar una conexión muy especial con las enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos.
Ellas quedaron conmovidas al ver cómo la familia hacía lo impensable para acompañar a su padre.
“La familia se ha vuelto famosa en el Centro Médico. Todas nos acercamos a la ventana para saludarlos”, dijo la enfermera Lynn Harkins.
Se aseguraron de mantenerlos informados a través de mensajes quedejaban en la ventana. Fue a través de ese vidrio, que la familia se enteró de que Rene perdió la vida por el COVID-19. Para ellos fue un momento devastador, pero el hermoso vínculo que formaron con las enfermeras los ayudó.
“Lo sentimos mucho. Rene está en paz”, dijo el último mensaje a través de la ventana.
Ellas les aseguraron una y otra vez que le darían a Rene todos sus mensajes de apoyo y amor. Tomaron su mano en todo momento y nunca lo dejaron solo. Le hicieron llegar todo el amor que cada uno de los Johnson estaba enviado desde el estacionamiento del Centro Médico.
“Desearía haber sido yo quien lograra sostener su mano en sus últimos momentos. Quería abrazarlo”, dijo uno de los hijos de Rene.