El pasado sábado, la comunidad musulmana residente en Barcelona se reunió en el centro de Ripoll, específicamente en el ayuntamiento de la cuidad para mostrar repudio ante los ataques terroristas ocurridos el 17 de agosto y para pedir paz.
Una de las asistentes a la reunión fue la madre de Younes Abouyaaqoub, de 22 años, el conductor de la furgoneta que ocasionó las muertes en La Rambla y fue abatido hoy. La madre de Abouyaaquob, Ghanno Gaanimi, declaró a los medios que desea que su hijo se entregue, para ella es mejor que esté preso a que muera.
Ghanno Gaanimi estuvo acompañada por un familiar quien tradujo sus declaraciones a la prensa:
“Que venga a verla, que venga con ella, que no haga esto, que ella no tiene culpa de nada de esto y que vaya a la policía, que se entregue, que prefiere que esté en la cárcel a que esté muerto, que ella no quiere que maten a los demás, porque son personas”.
Además, ella y toda la familia de Abouyaaquob han rechazado los atentados en nombre del islam. Toda la comunidad manifiesta que el islam no habla de matar y no están de acuerdo en que usen la religión para justificar los ataques y muertes.
En las protestas, la mayoría conocía a los sospechosos de los atentados en la ciudad de Barcelona y en Tarragona, se reunieron con pancartas que decían “No en mi nombre” y consignas a favor de la paz, terminaron con un minuto es silencio por las víctimas de los ataques terroristas.
La prima de Younes Aboyaaqoub dice convencida y apoyada por varios participantes de la concentración pacífica que los jóvenes y demás participantes del atentado fueron manipulados por el imán, Abdelbaki Es Satty, que desempeña ese papel en la comunidad musulmana en Barcelona desde el 2015.
La prima de Aboyaaquob agregó “no sabemos si están vivos o están muertos, no sabemos dónde están”.
En la concentración también se encontraban los familiares de Mohamen Hychami, uno de los terroristas abatidos en Tarragona. La madre y la hermana de Hychami explican el dolor que sintieron al enterarse de la muerte de su familiar pero estaban “rotas” por el daño que él había ocasionado.
Añaden que no hubo absolutamente nada que delatara sus intenciones o que hiciera sospechar de una actitud diferente o de radicalización. “Eran unos chicos muy normales”, dicen ambas mujeres.
No solo hubo musulmanes en la concentración, también se acercaron otras corrientes pertenecientes al islam como Mounir Laghmiri, de 27 años, que forma parte de la comunidad islámica Annour.
Mounir indica que conocía al grupo de amigos que perpetraron el ataque terrorista que, a pesar de no ser cercano a ninguno de ellos, “nunca hubiera pensado que eran capaces de hacer algo así”.
A su vez, el joven islamita también explicó que los jóvenes no habían mostrado nunca ningún tipo de radicalización ya que, si hubiera tenido “un discurso radical desde la comunidad, no se le hubiera permitido, nadie lo aceptaría”.
Laghmiri también añadió que “el islam no tiene nada que ver con este tipo de actos” y que “los que cometen actos terroristas son personas que interpretan las cosas mal”.
Es estremecedor el testimonio de la madre de Younes Aboyaaqoub.
Las autoridades policiales finalmente abatieron al terrorista más buscado de Europa en los últimos cuatro días. Comparte esta noticia.