Por muy inusual que haya sido este año para los estudiantes debido a la pandemia, algunos rituales son sagrados. Graduarse de la escuela o la universidad es un logro importante. Aunque las celebraciones este año se han visto sesgadas, dos profesoras del norte de Brasil tuvieron una idea magnífica para sus graduandos.
Al aire libre y navegando en canoas, Eliana y su colega, la profesora Laura Viviane Almeida da Silva se pasearon con sus alumnos, demostrando que un verdadero maestro no se limita a conocer los contenidos de una asignatura. Conoce a cada uno de sus estudiantes, convive con ellos en el aula, sabe de sus gustos y los ama y acepta como son.
Vestidos con sus uniformes azules, sus rostros sonrientes, sus togas, birretes y flamantes diplomas, los felices niños juntos son la clara representación de lo que realmente necesitamos para el venidero año que está por comenzar: ¡amor, esperanza y unión fraternal!
Se trata de dos escuelas. Una atiende a los hijos de los residentes ribereños de la comunidad de Tabuleiro, a orillas del río Juruá, uno de los mayores afluentes del Amazonas.
Las fotografías compartidas de su ensayo de graduación han encantado a los usuarios de las redes sociales en todo Brasil.
La otra es la Escuela Ilha da Várzea, ubicada en el municipio de Rio do Aurá, en Maranhão, al noreste del país carioca. En estas imágenes se puede observar la tierna graduación de la clase de los niños más pequeños, organizada por la maestra Eliana.
“Es hermoso lo que han ideado estas dos maestras. De lo más lindo que verás hoy”, se lee en un comentario.
El hecho hizo de las delicias de los padres y demás profesores. Fue un evento típicamente brasilero, pero, sobre todo, extremadamente divertido y original. Como muchos de nosotros sabemos, el Norte de Brasil ha sido una de las regiones más afectadas por el brote de coronavirus. Se cree que este se propagó principalmente por vía marítima.
“Es un error pensar que la educación se hizo solo con libros y reglas, uno de los cimientos básicos y más fundamentales es el amor”, aseguró, por su parte, la docente Laura Viviane.
Y así lo creemos, sin duda. Ser maestro es más que una profesión. Se trata de un valioso sentimiento claramente presente en el corazón del docente responsable. Aunque ambas tutoras son aún muy jóvenes, han dado una muestra inequívoca de creatividad, talento y amor a la profesión.
La educación no es dictar una clase, es formar ciudadanos para el hoy y para el mañana. Un maestro es capaz de cambiar la realidad y dejar una huella indeleble que hará parte de cada quien por el resto de su vida.
Honremos compartiendo esta historia a todas esas mujeres y hombres quienes, como Eliana y Laura saben que para lograr esto se necesita amor por lo que se hace, paciencia y mucha dedicación.