Para los niños escuchar en todo momento que hay un virus terrible capaz de causar la muerte de sus queridos, no es nada sencillo de entender y procesar, sobre todo cuando el miedo se apodera de sus indefensos cuerpos. Pero una niña de 6 años mostró al mundo una increíble forma de hacer sentir mejor a los niños pequeños.
Una madre de Minnesota, en los Estados Unidos, llamada Sheletta Brundidge, compartió un vídeo en sus redes sociales que rápidamente se hizo viral. En él, se puede ver a su hija de 6 años, Cameron, enseñando a su hermano con autismo, solo un año mayor que ella, el versículo 2, Timoteo 1:7 para aliviar su miedo al coronavirus.
“Mi hijo Brandon tiene un miedo paralizante al coronavirus por su autismo. Su hermana le enseñó una escritura bíblica que aprendió en la iglesia para ayudarlo. No permitas que el miedo al coronavirus sea más grande que tu fe en Dios. Reza y lávate las manos. ¡Amén!”, escribió Sheletta.
Brundidge es madre de tres niños con autismo y no puede estar más orgullosa de que su pequeña esté siempre dispuesta a dar amor a su hermano, demostrando que la fe puede triunfar sobre el miedo generalizado en torno al brote de coronavirus.
Para tranquilizar a su hermano, Cameron sujetó a Brandon de las manos. La niña comenzó a orar y su hermano repitió después de ella cada frase:
“Dios no me dio un espíritu de miedo, sino de poder, amor, y una mente sana. ¡Amén!”, dijo Cameron y se fundió en un gran abrazo con su hermano.
El mensaje de amor compartido por la niña no pudo llegar en mejor momento, todos en su familia estaban preocupados por la situación. A su mamá le preocupaba la escasez de productos esenciales; a su padre la seguridad, al ser profesional de la salud; y a Brandon el poder reunirse nuevamente con sus amigos.
“Tenemos cuatro hijos, tres de ellos tienen autismo y parte de tener autismo para algunos niños es tener mucha ansiedad y mi hijo tiene eso, estaba tan ocupada lidiando con el coronavirus que no lo detecté, pero estoy tan contenta de que mi hija haya estado prestando atención en la escuela dominical, ella aprendió esa escritura y caminó para consolar a su hermano en su momento de necesidad”, dijo la mujer.