Es natural pensar que una madre haría cualquier cosa por ayudar a sus hijos, especialmente si se encuentran enfermos o sufren de alguna condición especial como el autismo.
Sin embargo, las acciones de Laurel Austin han resultado verdaderamente alarmantes para la comunidad médica ya que se dedicó a dar varias dosis de blanqueador para poder “curar” el autismo de sus hijos.
Hay personas que a pesar de los riesgos creen en la efectividad del blanqueador para tratar el sida, hepatitis, cáncer, autismo y acné.
Los cuatro hijos de Laurel han sido diagnosticados con autismo. Sin embargo sólo dos de ellos se vieron sometidos a este cuestionado tratamiento durante al menos un año. Jeremy y Joshua tienen hoy en día 28 y 27 años y tras acudir a varios médicos les recomendaron suspender por completo la toma de un blanqueador conocido como Miracle Mineral Solution (MMS).
MMS es un blanqueador industrial que tiene clorato de sodio y ácido cítrico diluido en agua.
Laurel tomó la decisión de darle esto a sus hijos cuando varias figuras clave de la Cienciología comenzaron a propagar el gran impacto que podría generar en todo tipo de enfermedades.
“El autismo es una enfermedad de desarrollo neurológico que no se puede tratar con ningún tipo de pastillas. Se origina durante el desarrollo del bebé en el útero”.
La comunidad médica no tardó en alzar la voz y aseguró que este tipo de medidas podían resultar altamente peligrosas para la salud de los pacientes.
Laurel asegura que nada había resultado efectivo para la condición de sus hijos así que se vio obligada a probar el remedio en un desesperado intento de brindarles una mejor calidad de vida.
“No es normal que alguien esté cruzado de brazos, gritando y sin poder hablar todo el tiempo. Eso no es algo con lo que se nace. Es tortura y mis hijos merecían alivio”.
Alguien que no se encontró para nada de acuerdo con la decisión de Laurel fue su ex esposo. Brad aseguró que este tipo de comportamiento podía calificarse como tratos injustos.
Se encontraba seriamente preocupada por la salud de sus hijos así que denunció a su esposa ante la policía. Tras una serie de exámenes de sangre, las autoridades dejaron el caso porque no se veía ninguna señal de toxicidad en la sangre de Austin y Jeremy.
“Es una idea ridícula el hecho de que piensen que este blanqueador puede curar cualquier cosa. No se puede curar autismo con detergente”.
Esperamos que las autoridades lleguen al fondo del asunto para poder velar por la salud de estos jóvenes; así como también por la de tantos otros niños cuyos padres los están sometiendo a estos tratamientos.
Cuéntanos tu opinión sobre los cuestionados métodos de Laurel para tratar el autismo de sus hijos.