Los abuelos son quizás las personas más tiernas y adorables en la vida de cualquiera. Entre sus canitas y arruguitas está un corazón que seguro te habrá llenado de mimos y te habrá salvado de un regaño cuando eras pequeño.
Exactamente de este modo le ha sucedido a Lauren Parks, por eso cuando llegó su hora casarse y su abuela no pudo ir a la ceremonia decidió lleva su matrimonio al lugar de retiro en el que vive su segunda mamá.
Marie Engelking es una abuelita de 95 años y la única que Lauren tiene con vida. Esta mujer creció recibiendo los cuidados de Marie, quien vivía en un suburbio vecino, y siempre han tenido una relación muy estrecha.
«Ella es como poner todo el amor por cuatro abuelos en uno solo», dijo Parks.
Hace dos años, Marie dejó su hogar y fue puesta en un centro de cuidados pues su memoria comenzó a fallar y desarrolló demencia senil.
Por esta razón, cuando Lauren se comprometió con su novio Tommy, ella pensó de inmediato cómo haría para que su abuela estuviese presente en su día especial.
En principio esta novia pensó en llevar a la dulce Marie a la ceremonia y de este modo lo había planificado hasta que las enfermeras de la anciana le advirtieron que no era recomendable. Debido a su condición, sacarla del lugar con el que está familiarizada y de su rutina podría ser abrumador y contraproducente para su salud.
Una vez descartada la posibilidad de que la abuela saliera de la casa de cuidados, la pareja pensó en que sería oportuno visitarla después de la boda y tomar un par de fotos como recuerdo.
«Ella siempre ha sido una parte importante de mi vida. Fue duro aceptar que no estaría en un día especial. Poder ir allí y compartir la alegría de este gran evento de nuestra vida, fue muy valioso», dijo Lauren Parks.
Sin embargo, lo que en principio sería una visita se convirtió en una segunda celebración.
Lauren iba decidida a usar su vestido para las fotos pero, además, Tommy tomó prestada una chaqueta al padre de su esposa y también se animó a posar. La madre y hermana menor de Lauren también se vistieron con los trajes que utilizaron en la boda y acompañaron a la pareja.
Lo que realmente les sorprendió es que justo el día de la visita se celebraba el “Music day” en el centro de atención. Y se inició una segunda ceremonia improvisada, en el momento en que empezó a sonar «Here Comes the Bride».
Mira tú mismo algunos detalles del día especial de esta pareja.
La familia en compañía de otros 25 residentes del lugar celebraron un matrimonio sólo para Marie Engelking, quien lo disfrutó al máximo. Aunque debido a su condición será un momento que difícilmente recordará, Lauren y Tommy sí conservarán para siempre ese momento tan hermoso para ellos.
Comparte esta bella historia. Esta mujer sí que ha sabido valorar el amor y los cuidados que le brindó su abuelita en sus etapas más importantes.