El coronavirus ha causado estragos en el mundo, 4,2 millones de personas han perdido la vida y después de más de un año del comienzo de la pandemia, seguimos luchando contra las consecuencias del virus.
Muchos pacientes que han logrado recuperarse se enfrentan a secuelas graves que ha dejado el COVID-19 en su organismo. De acuerdo con el resultado de un trabajo de investigación, el 26% de los pacientes que ingresan en la Unidad de Cuidados Intensivos sufren trombosis.
Tal como le ocurrió a una mujer de 86 años que contrajo coronavirus en Italia y perdió tres de sus dedos después de sufrir gangrena.
La revista científica “European Journal of Vascular and Endovascular Surgery”, publicó el caso y resaltó este problema como una grave secuela que puede causar el coronavirus.
“Los dedos se volvieron negros y se hincharon desde los nudillos hasta los extremos”.
Después de contagiarse de COVID-19, la mujer comenzó a desarrollar coágulos de sangre en sus dedos.
Poco a poco, los coágulos obstruyeron la circulación sanguínea impidiendo que el líquido llegara hacia los dedos y causaron gangrena en los extremos.
Con el transcurso de los días sus dedos comenzaron a inflamarse desde los nudillos hasta la punta.
Aunque los médicos le administraron diversos tratamientos, no lograron devolver el flujo de sangre hacia los dedos y se vieron obligados a amputarlos.
El caso ocurrió en abril del año pasado, pero fue hace pocos días que la revista científica lo difundió. En la investigación realizada por los expertos explican que los problemas asociados a la coagulación en los pacientes con coronavirus ocurren por una respuesta inmune del organismo conocida como “tormenta de citoquinas”.
La reacción del sistema inmunológico hace que el cuerpo ataque a los tejidos enfermos y a los sanos.
La investigación publicada por la revista “European Journal of Vascular and Endovascular Surgery”, se realizó con 230 pacientes de COVID-19 ingresados en la UCI de dos hospitales en Cataluña en abril de 2020. Aseguran que la muestra representa la serie más grande del mundo de pacientes de coronavirus y trombosis en la UCI.
Determinaron, gracias al trabajo hecho en los Hospitales Universitarios Vall d’Hebron de Barcelona y Germans Trias i Pujol de Badalona, Barcelona, que el 26,5% de los pacientes graves con COVID-19 sufren trombosis venosa o pulmonar que en el 62% de los casos puede ser asintomática.
El doctor Sergi Bellmunt, jefe del servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital d’Hebron e investigador del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), explicó que las trombosis se deben a la infección por SARS-CoV-2 y a la inmovilización de los pacientes, así como a la implantación de catéteres que requieren para administrarles el tratamiento.
Respecto al porcentaje de casos con trombosis asintomáticos, explicó que: “Son pacientes que en muchas ocasiones están intubados y no pueden expresar bien si notan algún síntoma”.
Asimismo, dijo que como los pacientes están acostados por tiempo prolongado y sin moverse, no se producen edemas en las piernas, que es el principal síntoma de la trombosis venosa.
Los autores del trabajo de investigación afirmaron que es necesario administrar a los pacientes graves de COVID-19 dosis más elevadas de fármacos que actúen como anticoagulantes, como la heparina.
Aumentando la dosis de estos medicamentos podrían prevenirse las complicaciones más graves de la trombosis.
El caso de la paciente contagiada en Italia ha causado conmoción y alarma, se espera que logren controlarse los peores efectos de esta enfermedad que sigue afectando pacientes en todo el mundo. Comparte esta noticia.