Desde las últimas décadas existe una lucha por romper ciertos estereotipos de belleza establecidos por la sociedad asociados con las medidas de un “cuerpo perfecto”, la talla, el peso, entre otros.
Lamentablemente, estos afectan la autoestima de muchas personas que pueden ser víctimas de discriminación o rechazo por ser diferentes. Por eso es tan importante promover la inclusión, la igualdad y la premisa de que lo que realmente determina nuestro valor como seres humanos no tiene nada que ver con la apariencia.
La tendencia de ser fitness, y mantenerse en forma inspira a tener hábitos saludables, pero cuando se convierte en una obsesión por lucir esbelto, delgado y tener músculos tonificados puede ser contraproducente.
Algunas personas están dispuestas a cualquier cosa para tener a figura que sueñan, aunque implique poner en riesgo su salud e incluso su vida. Todo exceso es dañino, lo recomendable es tener buenos hábitos y al momento de cambiar de régimen alimenticio o entrenar hacerlo siempre bajo la supervisión de un experto en la materia.
Recientemente, se hizo viral el gesto de un niño de 12 años que al enterarse de que su madre se pesaba todos los días en la báscula que tenía en el baño le dejó una nota.
Kelly McCarron, de 35 años, es madre de dos hijos, junto a su esposo Ruairi, de 37 años, comenzó a hacer ejercicio desde que comenzó el año y cambió su dieta.
La madre de Perth, Australia, se somete a un estricto régimen alimenticio que incluye 16 horas de ayuno y ocho horas en las que ingiere moderadamente ciertas comidas.
Kelly confiesa que usa la báscula excesivamente, y su hijo Jack se dio cuenta de su obsesión.
“Antes pesaba 55 kilos, pero ahora peso 64, así que quiero perder el peso que he aumentado en los últimos meses para regresar a la talla que tenía. Soy muy dura conmigo misma, pero como muchas madres, le doy prioridad a atender a mi hogar e hijos”, relató.
Jack y su hermana Ayla tenían un plan: ayudar más a su madre en las labores de la casa y dejarle un mensaje sobre la báscula.
Una mañana Kelly notó que había un trozo de papel sobre la báscula, lo iba a tirar en la papelera cuando notó que tenía un mensaje.
El papel decía: “¿Importa?”, lo había escrito Jack para invitar a su mamá a reflexionar sobre el valor que le daba a su peso.
“Decidí mantener ese mensaje sobre la balanza y controlar mi peso tomando fotos de la báscula para poder ver el progreso en lugar de pesarme cada día”, relató la madre.
“A veces mi hija me imita y se pesa, le dijo que no lo haga porque no es necesario. La nota de Jack me hizo darme cuenta de que debería seguir el consejo que le doy a ella y terminar con ese hábito”, agregó Kelly.
Ella se sintió tan conmovida con la nota de su hijo que publicó la anécdota en su perfil de Facebook. “Su nota realmente me ha ayudado a sentirme mejor conmigo misma, no necesito perder peso, sino una vida más saludable. No hay necesidad de que me torture y use la báscula a diario, compartí esta imagen con la intención de ayudar a otra mujer que esté en la misma situación que yo”.
La reflexión de esta madre puede ser de gran utilidad para todas las personas que necesiten priorizar sus hábitos en función de su bienestar físico y emocional, así que no te vayas sin compartirla.