Los sanitarios asumen el compromiso de apegarse a los principios éticos que exige su carrera, entre esos, garantizar a sus pacientes la confidencialidad de la información que manejen sobre su condición.
Pero esta enfermera, decidió vulnerar el secreto profesional para consultar unos análisis clínicos y poder confirmarle al esposo de su paciente embarazada, que el bebé que ella estaba esperando no era suyo.
Ella decidió romper el juramento de no revelar los secretos de los pacientes para informarle al hombre que él no era el padre biológico del bebé que estaba asumiendo como hijo.
A pesar de que la enfermera actuó motivada por su moral y por querer que el hombre supiera la verdad que le cambiaría la vida, ahora tiene que abstenerse a las consecuencias legales.
Después de que se comprobara que ella delató a la mujer embarazada, la enfermera fue condenada a dos años de prisión, y además, debe pagar una indemnización.
El hecho sucedió en un centro médico de Lugo, en España, la enfermera fue acusada de revelación de secretos tras acceder al historial clínico de la paciente sin tener su consentimiento.
Y, además, por revelar la información que encontró al esposo de la paciente y quien presuntamente era el padre de su hijo.
De acuerdo con la información de la Fiscalía, la enfermera “puso en conocimiento de la pareja sentimental de la paciente el resultado de los análisis”. En ese momento, la enfermera supo que había incongruencias sobre la paternidad de la pareja de la paciente y decidió hacer algo.
Haciendo uso de su clave personal, la enfermera entró al sistema telemático del centro de salud y de esta forma quedó registrada su visita en el historial. Ella contactó a la pareja de la paciente para informarle que no era el padre del bebé.
La paciente embarazada terminó consternada e indignada, cuando supo lo sucedido denunció a la enfermera por vulnerar la prohibición de revelar secretos adscrita en el artículo 197 del Código Penal.
La Fiscalía solicitó una pena de 4 años de cárcel para la enfermera y, además, la obligación de pagarle 3.000 euros de indemnización a la paciente que la denunció.
Al momento del juicio, se confirmó que la enfermera había pagado la indemnización a la paciente reconociendo un atenuante por reparación del daño que causó.
La fiscal y la defensa acordaron reducir la condena a dos años de prisión y a una multa de 1.500 euros. Miles de personas comentan sobre el comportamiento de la mujer que ocultó la verdad a su pareja.
Para algunos, la enfermera no debió inmiscuirse en un asunto privado de la familia, mientras que otros aplauden que haya tenido la iniciativa para esclarecer la situación que afectaba directamente a un bebé que sería criado sin saber quién es su padre biológico.
Pero muchos coinciden en que la enfermera no debió acceder a los datos de la paciente y divulgarlos pasando por alto la confidencialidad.
La noticia ha estremecido a miles en las redes, hay controversia respecto a la reacción de la enfermera.