Lamyaa es una chica de 17 años de Pennsylvania, Estados Unidos, quien disfruta de hablar a través de las aplicaciones de mensajería instantánea con sus amigos, como muchos otros chicos de su edad. Pero con una pequeña diferencia a la mayoría de sus amigos: ella es una joven mujer árabe y musulmana.
Un buen día añadieron a Lamyaa a un chat grupal donde se tocó el tema de Donald Trump, por lo que ella compartió su opinión personal. Uno de los chicos en el chat, a quien ella no conocía directamente, respondió sus comentarios con una buena carga de inmadurez:
«Deja de defender el Islam, p**ra, cállate que ni podrías quitarte el velo o tu padre te golpearía el trasero»
La manera en que Lamyaa respondió a esto fue BRILLANTE: Contactó a su padre, que vive en Arabia Saudita, preguntando si podría quitarse el velo. La respuesta le ganó miles de «me gustas», retuits y una cachetada con guante blanco al ignorante chico.
Muchas personas en redes sociales expresaron su apoyo, admiración y simpatía, pero no todo fue miel sobre hojuelas. Claro que muchas voces se pronunciaron en su contra, hubo malentendidos y demás. Por lo que Lamyaa sorprendió por segunda vez a todos con su gran madurez.
Muchas personas malinterpretaron mi tuit como si yo dijera que ninguna mujer es forzada a usar el hijab. Sólo deseaba expresar que ese no era el punto del tuit. El tuit fue algo que pasó y creo que la manera en que las personas lo perciben queda en ellos. Sí, muchas mujeres son forzadas a usar el hijab. Es algo horrible y yo he sido quien lo ha señalado numerosas veces. La opresión no es solo lo que el hijab simboliza, no es por lo que las mujeres lo usan. Personalmente, elijo usarlo, para mí y para dios. Yo no hablo por otras mujeres. No represento a nadie más que yo. Sin embargo, siempre apoyaré a otros y me rompe el corazón saber que algunas mujeres no pueden elegir qué hacer son SUS propios cuerpos.
Cuando la religión se contamina de política suelen suceder cosas desagradables y hasta lamentables, muchas veces registradas en los libros de historia. Esperamos que el chico aprovechara la lección que esta inteligente chica nos ha dado a todos, y que recordemos siempre analizar más allá de nuestros ojos.
No te vayas sin compartir un poquito de amor, nada de odio 😉