Los albañiles son hombres curtidos en su oficio. Construyen las paredes interiores y exteriores de los edificios. Pero, no solo están implicados en la construcción de nuevas edificaciones, sino también en la reparación y el mantenimiento de las ya existentes. Utilizan, para ello, una gran variedad de herramientas y materiales.
En la ciudad de Brasilia, capital del gigante del Sur, Brasil, vive Nilton Evangelista Alves, un humilde un albañil de 56 años, a quien le fueron sustraídas sus herramientas en dos oportunidades, dejándolo sin posibilidades de ganar el sustento.
En el primero de los hurtos, los rateros cargaron con la hormigonera que con tanto esfuerzo había logrado adquirir, así como con el remolque para cargar el equipo. El hecho supuso para Nilton una pérdida de 5 mil reales, lo que equivale a casi 1.000 dólares en material.
Para seguir trabajando, Alves pidió un préstamo y compró una nueva hormigonera. Sin embargo, los ladrones no tardaron ni dos meses en regresar por más y, esta vez, no solo se robaron de nuevo el equipo, sino también todas las demás herramientas.
Desesperado, con una montaña de deudas sobre sus hombros, aquel hombre sintió que todo había terminado. No tenía los medios suficientes para reponer sus instrumentos de trabajo y hasta pensó en tirar la toalla. Como es natural, frustrado como estaba, no tenía ánimos de trabajar.
“Estaba desesperado, sin ánimo de trabajar, sin motivación y con un sentimiento de total desprecio hacia mis semejantes”, confesó Nilton.
Sin embargo, no hay mal que por bien no venga. Después de hacer pública su tragedia en un programa de televisión local, Juntos Somos Mais, una empresa de tecnología cuyo objetivo se centra en promover a profesionales de la construcción, se puso en contacto y decidió donar el equipo que Nilton había perdidopara que pudiera volver a trabajar.
“¡Estuvo muy bien, gracias a Dios! Fue una actitud enviada por Dios. Estaba muy feliz con este regalo”, dijo Nilton, emocionado.
En total, la empresa le dio al constructor el doble del importe de su pérdida, a ser canjeado en la tienda de construcción AC Coêlho. De esta manera, Nilton volvió a recuperar la hormigonera y varias herramientas más que requería
“Cuando vimos la historia del Sr. Nilton, el día de Navidad, nos conmovió mucho. ¡Nuestro propósito, nuestra solidaridad y la voluntad de ayudarnos mutuamente gritaban! Inmediatamente movilizamos un equipo para ayudar al Sr. Nilton y darle las herramientas que necesita para continuar su trabajo”, dijo un portavoz de Juntos Somos Mais.
Seguramente, historias de solidaridad y desinterés como esta, sobre todo durante estas fechas, serán un bálsamo de esperanza para muchos brasileños este 2021. Se trata de un país asolado por la pandemia, que ha visto mermada su población por efecto del virus.
La ayuda fue un milagro para el albañil, que tiene un par de hijos y vive en una casita financiada en Goiás. Desde 1994, el Sr. Nilton trabaja como maestro de obras en su ciudad, proyecto tras proyecto.
Nilton ahora tiene la esperanza de conseguir muchos proyectos para seguir progresando al lado de su familia. Espera que no vuelva a caer en manos de la delincuencia.
Los albañiles, ayudantes, maestros de obra, en definitiva, todos estos profesionales que laboran en la construcción civil, son fundamentales en nuestra sociedad. Felicitaciones a la empresa, que bien hace honor a s nombre.
Y es que, realmente, «Juntos Somos Más». Comparte esta historia con tus seres queridos.